En RNE, la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha señalado que hay 7.500 militares desplegados en la zona afectada por la DANA, a los que hay que sumar los que están trabajando en la logística: "La información que puedo trasladar es la que ustedes están viendo in situ. Están la UME y el Ejército, que llevan trabajando sin descanso desde que se han incorporado". "Es verdad que no se puede llegar a todos los lugares, pero el compromiso es inequívoco. Vamos a ayudar a la gente con profesionalidad y empatía". "Hay personas desaparecidas y hay que hacer muchas autopsias”,
Robles considera que "bastante polarización hay" y que "no hay palabras de consuelo para la gente que lo ha perdido todo". "Hay que escucharles y entender su enfado, aunque no es aceptable en ningún caso la violencia". "El odio ayer fue contra las instituciones y el odio se puede volver contra todos. La gente que quiere odio que se quede con su odio".
Sobre la denuncia contra varios miembros del Gobierno por omisión de socorro, dice que quienes la han presentado "se definen por ellos mismos". Critica que se utilice el ordenamiento jurídico "para la utilización política, para polarizar".
"No se puede llegar a todo inmediatamente, esto también exige tiempo, la solidaridad la comprensión con el enfado de la gente, en todo caso estando con toda la maquinaria necesaria en muchísimas labores, hay labores más inmediatas, localizar a las personas". "Aquí estamos todos trabajando; se podrá haber hecho mejor o peor pero es el momento de estar con las personas que sufren, hablar todos lo menos posible y trabajar lo máximo”, ha añadido la ministra.
En cualquier caso, a la ministra de Defensa se le puede responder diciendo que el gran fallo que ha cometido el Gobierno y más concretamente ella como ministra responsable de las Fuerzas Armadas, ha sido enviar pocos militares y tarde. Pues todo el mundo sabe de la eficacia de los militares en zonas como la afectada por la DANA --es como un escenario de guerra--, debido a que lo que distingue al Ejército es que están acostumbrados a escenarios de guerra y llevan su propia intendencia y maquinaria.
Además, muchos militares estaban rabiando por no haber podido acudir antes a ayudar a las zonas afectadas porque el Gobierno no les ha dejado, lo que contrasta con la celeridad que se dio el mimo ejecutivo en enviar militares a ayudar a Marruecos cuando este país vecino sufrió un terremoto…