El martes 29 de noviembre quedará marcado por dos hechos políticos paralelos de no menor importancia. El presidente del Congreso de los Diputados en funciones, el socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quita la palabra a la diputada Patricia Rueda, de Vox, porque calificó de filoetarras a la gente de Bildu y también al Gobierno por gobernar con los votos de Bildu.
‼ #ÚLTIMAHORA
— Grupo Parlamentario de VOX en el Congreso (@VOX_Congreso) November 29, 2022
El sectario presidente de la Mesa, el socialista Gómez de Celis, expulsa del pleno a @_patricia_rueda por utilizar el termino #Filoetarras para referirse a Bildu.
¡No nos van a callar! ¡Seguiremos defendiendo la verdad! pic.twitter.com/5AU9pKr47U
Si hay algo sagrado en el templo de la soberanía nacional es la libertad de expresión de los diputados. Pues anda que no se escuchan burradas mayores, sobre todo a los compañeros y a los coaligados del censor Celis. Pero no es una cuestión de huevo, sino de fuero: en el Congreso no se censura. Gómez de Celis ha traspasado una frontera muy peligrosa.
Y esta vez Vox no ha reaccionado mal. Santiago Abascal convocó una rueda de prensa con un nutrido grupo de diputados y los componentes del Grupo Parlamentario Vox acabaron sus intervenciones posteriores repitiendo la frase de "Gobierno filoetarra", cuando ya no les podía censurar la Presidencia. Deberían seguir así mucho tiempo. En cualquier caso, silenciar a un diputado retrata a la Presidencia sectaria del PSOE repitiendo las palabras prohibidas. Por cierto, sorprendente y asombroso el silencio del PP en defensa de la libertad de expresión parlamentaria.
Porque, encima, al mismo tiempo, en frente del Congreso, en un hotel madrileño, se presentaba el libro Secreto de Confesión, escrito al alimón por Mikel Lejarza, El Lobo, aquel espía que se jugó la vida infiltrándose en ETA y consiguiendo con su hazaña que se detuviera a un centenar de etarras.
Lejarza dijo mucho más que Patricia Rueda: dijo que ETA no ha concluido porque los etarras pueden pasear por España mientras que él no puede hacerlo por Vascongadas y que incluso los etarras gobiernan España. Y ambas cosas son ciertas.
En resumen, tenemos que recuperar la libertad de expresión, canal de la libertad de pensamiento, porque la degeneración totalitaria del Sanchismo: prohibido llamar filoetarra a Bildu... en el Congreso. ¿Bildu y Merche Aizpurúa no son filoetarras? ¿Entonces qué son? ¿Sánchez no ha pactado con pro-etarras?