"Mejor vaya a otra comisaría pero no diga que le hemos mandado nosotros, estamos desbordados. Los robos se han disparado y no damos abasto". Le ocurrió a un obrero al que sisaron la cartera. Antes de que pudiera darse cuenta ya le habían utilizado sus tarjetas, -afortunadamente tenía tope de gastos- y habían intentado utilizar su tarjeta para comprar criptomonedas (la delincuencia también se ha digitalizado), aprovechando el mercado Bitcoin, el más opaco del mundo. Aún más grave, tenía que renovar su DNI y su Carné de Conducir. El Estado, naturalmente, no se lo puso fácil para renovar ambos documentos. 

Como tantos otros, salió de la comisaría con un propósito muy claro: si le ocurría de nuevo no vendría a denunciar salvo para recuperar sus documentos... sin los cuales el señor Marlaska no le permitirá sobrevivir. 

Lo que está creciendo es la delincuencia conocida como 'menor', fruto de la impunidad moral que ha creado el Sanchismo. Sobre todo los robos... y la delincuencia sexual contra la mujer

Con el Sanchismo, la delincuencia se ha disparado en España. No hagan ni caso a las cifras oficiales, porque son tan ciertas como engañosas. El problema es que la gene ya no denuncia porque no sirve para mucho o sólo lo hace cuando, confundida por el ruido mediático de la avispa Irene Montero y compañía, considera que la ley del 'sólo sí es sí' y otras inutilades han convencido a jueves y policías. Ejemplo: los delitos sexuales. 

Y el problema no es que los jueces no se hayan concienzado de la impunidad de los delitos sexuales. el problema es que ni magistrados ni fuerzas del orden dan a basto.

En cualquier caso, lo que está creciendo es la delincuencia conocida como 'menor', fruto de la impunidad moral que ha creado el Sanchismo. Cada cual crea sus normas y la ley, enajenada de la ética, se convierte en eso que debemos burlar sin que te pillen. El espíritu 'democrático' vigente ahora mismo en El Estado de Derecho español -y en verdad España es una democracia- es que la ley hay que alabarla pero no cumplirla, respetarla pero no aplicarla. 

Este es el paisaje: con el Sanchismo, cada cual crea sus normas y la ley, enajenada de la ética, se convierte en eso que debemos burlar sin que te pillen

En resumen, la delincuencia se dispara en España pero como se trata de la conocida como delincuencia menor -sobre todo robos- y como las víctimas ya no denuncian para evitarse insufribles pasos burocráticos que para nada han de servir, el ministro Marlaska puede seguir mintiendo, con estadísticas que demustran que la delincuencia, no sólo se ha disparado, sino que, bajo su mandato, se ha reducido. Gracias a su eficacia, claro.

El resultado es que la gente tiene miedo y el negocio de la seguridad se disprara. Pero la delincuencia está disminuyendo. Pregunten en el Minsiterio dle Interior.