La Guardia Civi ha detenido este miércoles al hombre que golpeó con un palo de escoba el coche en el que huyó Pedro Sánchez de Paiporta, el pasado domingo. Una imagen, la de su huida, no la del golpe, que perseguirá al presidente del Gobierno durante el resto de su vida.
Si tú lo hubieras perdido todo y cinco días después el ejército ni hubiera aparecido por allí ¿No le hubieras pegado un palo también?
— Lucia Etxebarria (@LaEtxebarria) November 6, 2024
Esta detención sólo pone al pueblo de Paiporta más en contra todavía de Pedro Sánchez. https://t.co/etxnpFK0jr
Conviene recordar la declaración de Pedro ‘el valiente’, el martes, tras el Consejo de Ministros: “Si uno mira las imágenes, es fácil diferenciar quienes manifiestan su ira de manera legítima de los ultras organizados que iban a hacer daño”. Pues bien, el vecino detenido, ni tiene antecedentes ni está vinculado a movimientos ultras, según fuentes de la investigación. Está siendo investigado por un presunto delito de atentado, desórdenes públicos y daños.
Sin ánimo de justificar la violencia -faltaría más- la detención del vecino de Paiporta responde más bien a la intención de Moncloa de atemorizar a los españoles: ojo con las protestas, aunque sean muestra de una desesperación extrema, como la vivida en Paiporta. La pena por atentado contra la autoridad puede ser de hasta cuatro años de prisión.
El suceso recuerda a la agresión que sufrió Mariano Rajoy -esa sí fue una agresión de verdad- en 2015, mientras realizaba un paseo electoral en Pontevedra. Un joven de 17 años le propinó un puñetazo que le rompió las gafas y le dejó la cara magullada. A pesar de ello, Rajoy no presentó denuncia alguna.
El vecino de Paiporta ha quedado en libertad con cargos. Lo más importante: Pedro 'el valiente' está bien.