El presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Vicente Guilarte, ya cargó contra el Gobierno por la renovación del organismo: “el modelo actual ha entrado en crisis y tan importante como renovar el CGPJ es que el modelo futuro no incida en la polarización política”. Y apostó por que la renovación “vaya acompañada de una fórmula para solucionar los problemas que ahora se han detectado”, es decir, por cambiar también el modelo de nombramientos. 

Por eso defendió como “deseable” que de la renovación no “surgieran diez activistas que empezaran a cambiar cromos sin más criterio que el político” a la hora de nombrar al centenar de jueces que deben ocupar las vacantes en la judicatura, ya que parece que los juristas ya "sólo son conservadores o progresistas". 

El Gobierno no le hizo caso, y siguió en sus trece, lo que ha provocado que Guilarte estalle. Ha apostado por un "pacto más global" para la renovación para evitar en lo posible que esté condicionado por un "momento de polarización" que "resulta aterrador" y en el que están "atrapados por la política".

Considera "aterradora" la propuesta de Podemos para que la mayoría del Congreso pueda nombrar hasta 16 miembros mientras "los cuatro restantes se queden para el Senado": "atreverse siquiera a proponerlo es la mayor aberración" que ha escuchado plantear en los últimos tiempos.

A su juicio, si la iniciativa termina siendo aceptada "habría que cambiar" el nombre del CGPJ por el de "Gobierno de España sección Poder Judicial" o "Gobierno de España directamente".

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