La noticia es la elección de Francina Armengol, que perdió las elecciones del 28-M en Baleares y ha sido conocida por los casos de prostitución de menores tuteladas durante su mandato, como presidenta del Congreso, gracias al apoyo de Junts, que hasta este jueves ha mantenido el suspense sobre el sentido de su voto. Al final, la candidata socialista fue elegida por mayoría absoluta (178 votos, dos más que los 176 que marcan la absoluta) y preludia lo que sucederá en la investidura de Pedro Sánchez.

De momento, tanto ERC como Junts han insistido en que su apoyo de hoy no significa que vayan a votar a Sánchez cuando llegue el momento. Es lógico: quieren exprimir al máximo la dependencia que de ellos tiene el PSOE y no van a desaprovechar esta situación histórica.

La clave: Sánchez les necesita y ellos necesitan a Sánchez. El presidente en funciones está dispuesto a concederles todo lo que pidan y que pueda concederles, y ellos, que no son tontos, no le exigirán nada que no pueda darles sin vulnerar la ley. Y esto incluye tanto al PNV como a Bildu, imprescindibles también para Sánchez.

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El segundo escenario sería una repetición electoral, pero las elecciones las carga el diablo y no parece que volver a las urnas fuera a beneficiar a ERC y a Junts que, por otra parte, tendrán que enfrentarse en las próximas elecciones al Parlament dentro de un año. ¿Y el PSOE, podría lograr más escaños? Probablemente, a costa de Sumar, pero no tendría garantizada la mayoría necesaria para seguir gobernando.

Por cierto, en la Mesa del Congreso no estará Vox , el tercer partido más votado el 23-J, por la negativa del PP, y sí estará Sumar, que tendrá dos asientos: la vicepresidencia tercera y una secretaría. La ausencia de Vox es una muestra más de la soledad del partido de Abascal, el único con representación parlamentaria que no comulga con los postulados progres, como sí hace el PP de Núñez Feijóo.

Al final, los nueve puestos de la Mesa quedan repartidos de la siguiente manera: 4 para el PP, 3 para el PSOE y 2 para Sumar. Ignacio Gil Lázaro, de Vox, no repetirá, como hemos señalado antes.

Esto en cuanto al Congreso, porque en el Senado tiene mayoría el PP y no hubo sorpresas: estará presidido por Pedro Rollán, como estaba previsto.