Alberto Núñez Feijóo no quiere ni oír hablar de la idea de anunciar a Isabel Díaz Ayuso como su 'ticket' presidencial. Es decir, se niega, hasta como hipótesis de trabajo a plantearse que Ayuso puede convertirse en su vicepresidenta, cuando llegue a La Moncloa. Y el celoso Juan Manuel moreno le apoya. En el PP sólo debe haber un delfín para cuando caiga Feijóo: Juan Manuel Moreno.
Para el votante medio del PP, mejor Ayuso que Feijóo, pero tampoco es suficiente... ni de lejos. Lo que necesita el PP es cristianizarse, porque eso sí sería una alternativa al cristófobo Sánchez
La obsesión casi patética del Sanchismo contra el presidente de una de las 17 comunidades autónomas de España no más, comenzó con la idea de dividir la cúpula del PP entre Feijóo y Ayuso.
Pues miren por dónde, el PSOE lo ha conseguido por donde no lo esperaba. Ayuso, por un lado, ha seguido operando como jefa de la oposición respondiendo a Sánchez, porque es Sánchez, y todo su Gobierno, quien le ataca personalmente. Feijóo, a la gallega, ha respondido con el silencio, pero con ese silencio ha duplicado la imagen de Ayuso como la real jefa de la oposición.
Ahora bien, en la calle Génova ya no se piensa en cómo caerá Sánchez sino en cuándo: a lo mejor es un error porque Sánchez no morirá, hay que matarlo, políticamente hablando. Y mientras tanto, el PP no elabora una alternativa: ¿Qué ofrece el PP a su electorado? Nadie lo sabe.
Miguel Ángel Rodríguez, además, insiste en que Ayuso no aspira a número dos sino a número uno. ¿Está cometiendo la presidenta madrileña el mismo error que Albert Rivera?
Para el votante medio del primer partido en España por número de votos y de escaños, mejor Ayuso que Feijóo, pero tampoco es suficiente... ni de lejos. Lo que necesita el PP es cristianizarse, porque eso sí sería una alternativa al cristófobo Sánchez.
Miguel Ángel Rodríguez, además, insiste en que Ayuso no aspira a número dos sino a número uno. ¿Está cometiendo la presidenta madrileña el mismo error que Albert Rivera, cunado rompió el pacto con el Sánchez de la oposición porque no aceptaba ser vicepresidente del Gobierno sino presidente?
En cualquier caso, insisto, Ayuso tiene cultura cristiana pero está muy lejos de representar la votante católico. Mismamente, su actitud abortera produce náuseas a cualquier católico consecuente. En el derecho a la vida, Ayuso es bastante cobarde.