El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha ascendido a su predecesora en el cargo, Dolores Delgado, para ocupar la plaza de fiscal jefe de Sala de la Fiscalía Togada del Tribunal Supremo.
Cabe recordar que la también exministra de Justicia con Pedro Sánchez --que dimitió el pasado 20 de julio alegando razones de salud tras la operación de columna vertebral que sufrió en abril-- tenía plaza en la Fiscalía de la Audiencia Nacional (AN). Pero con el cambio a la Sala de lo Militar del Supremo, ha conseguido subir en el escalafón del Ministerio Público.
Es decir, que sin ese ascenso, el puesto de Delgado hubiera vuelto a ser el de fiscal de la Audiencia Nacional, ya que el Gobierno tuvo que desistir de sus planes de que ascendiera automáticamente al dejar al Fiscalía General. Podemos no apoyaba la reforma legal que debía hacer eso posible, recuerda El Mundo.
Pero lo mejor es que otras 19 personas aspiraban a la plaza en la Sala de lo Militar, algunas con mayor antigüedad y otras con mejor currículum para el puesto.
Y probablemente esa sea la razón por la que la mayoría del Consejo Fiscal -órgano meramente consultivo- no ha respaldado este nombramiento. En concreto, a Delgado no le han votado los seis vocales del Consejo Fiscal pertenecientes a la Asociación de Fiscales (de tinte conservador), que han apoyado al fiscal especialista en lo militar Luis Rueda.
Así, la exministra solo ha conseguido cinco votos a favor. Mientras que el vocal de la Asociación Profesional Independiente de Fiscales (APIF) se ha abstenido en la votación porque su pareja estaba entre las candidatas.
Y es que: “¿la Fiscalía de quién depende? Pues ya está…” (Sánchez dixit).