La Reforma Laboral de la ministra trabajadora ha conseguido que España sea el país con más paro de toda la Unión Europea y toda la OCDE, pero Yolanda quiere más. Aprovechando el mes del Orgullo aseguró que quería que el espacio de trabajo "sea un lugar seguro", en especial para los trans y las personas LGTBI.

Hace unas semanas la propia Yolanda Díaz anunciaba que había acuerdo: pacto entre todos los agentes sociales, también la patronal, CEOE y Cepyme, en el que se explican la incorporación de los planes de igualdad LGTBI, y hoy miércoles se ha firmado.

El acuerdo contempla un protocolo de acompañamiento a las personas trans en el empleo: "Van a tener que hacer planes de acompañamiento. Las personas trans van a tener un anexo, lo van a ver en la norma, que se va a aplicar con carácter supletorio". Se tendrán que "reabrir" los convenios colectivos para negociar "específicamente" estas medidas que tienen que ver con los derechos de las personas LGTBI.

Por otro lado, será obligatorio la creación de un protocolo contra el acoso y la violencia donde se identifiquen prácticas preventivas y mecanismos de detección y de actuación frente al mismo. Otro punto que gusta mucho a este Gobierno también está incluido: será necesaria la formación para la igualdad y no discriminación. Habrá que incluir módulos específicos que incidan en la igualdad de trato y oportunidades y la no discriminación.

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También se obligará a crear protocolos con criterios claros y concretos para garantizar un adecuado proceso de selección y contratación, con especial atención a las personas trans como colectivo especialmente vulnerable". Podemos esperar que el lenjuage inclusivo se afiance en las empresas: "se fomentarán medidas para garantizar la utilización de un lenguaje respetuoso con la diversidad". 

A lo que hay que sumar la Ley de Empleo por la que las personas LGTBI tendrán prioridad a la hora obtener un trabajo. 

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El acuerdo chulísimo de Yoli afirma que acaba con la discriminación laboral del colectivo, pero se vuelve a olvidar, ella, Unai, Pepe Fulares y Garamendi, de la verdadera discriminación laboral: la de la mujer madre. El salario maternal sí que es de justicia, para compensar la discriminación laboral que para la mujer supone la maternidad y porque, además, lo más importante para la sociedad, mucho más importante de lo que pueda aportar el varón, es un hijo. Y eso hay que compensarlo. No, no hay que compensarlo igual para el varón dado que, por mucho que concilie, jamás un varón podrá hacer por la natalidad lo que hace una mujer. 

Y además de por justicia, el salario maternal es una necesidad: España se muere y a nadie le importa: el número de fallecidos volvió a superar al de nacimientos, hasta abril.

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A lo que hay que sumar las proyecciones de población 2024-2074, el 30,5% de los habitantes de nuestro país tendrá más de 65 años. Actualmente es el 20,4%. La pregunta surge sola: ¿Quién y cómo se pagarán las pensiones?

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