La ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, y la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, han acordado culminar la transferencia de tráfico a la Comunidad foral el 1 de diciembre, lo que significará un nuevo paso para apartar a la Guardia Civil de Navarra, el gran anhelo de EH Bildu y los nacionalistas vascos concedido por los socialistas, informa Navarra.com.
Será ese día cuando se reúna la comisión mixta de la Junta de Transferencias en la que se materializará el acuerdo de traspaso.
Chivite ha señalado la decisión del Gobierno foral de activar la denominada "pasarela" prevista en la ley foral de Policías de Navarra, que permitirá el acceso de miembros de la agrupación de tráfico de la Guardia Civil a la Policía Foral de Navarra. "Nuestra intención es que, en ningún momento, ningún guardia civil que quiera permanecer en Navarra se vaya de nuestra comunidad. Se va a habilitar esta pasarela para que si quiere trabajar en tráfico pueda hacerlo en la Policía Foral o bien reubicarse en otros servicios dentro de la Guardia Civil", ha asegurado.
Sin embargo, Chivite cumple así uno de los principales anhelos de sus socios nacionalistas de EH Bildu y PNV para echar poco a poco a la Guardia Civil de la Comunidad foral.
En agosto de 2019, la Asociación PRO Guardia Civil (APROG) denunció con claridad que «no vamos a permitir que los guardias civiles seamos moneda de cambio para contentar así a partidos que tienen como una de sus mayores expectativas nuestra expulsión, como ya ocurrió en Cataluña y País Vasco, donde nuestra presencia es residual y testimonial»
Y es que se trata, no lo olvidemos, de uno de los pagos del Gobierno central de Pedro Sánchez y del Gobierno regional de la socialista María Chivite a los nacionalistas vascos del PNV (Geroa Bai en Navarra) y de EH Bildu por facilitar ambas investiduras: la de Sánchez en el Gobierno central y la de Chivite en el foral, mediante las correspondientes abstenciones, etc. Y por facilitar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado.
Porque los nacionalistas vascos saben muy bien que la Guardia Civil es una de las instituciones que mejor representa y trabaja por la unidad de España. Y por eso no la quieren ver ni en pintura en el País Vasco y por supuesto, tampoco en Navarra.
Ya en agosto de 2019, la Asociación PRO Guardia Civil (APROG) denunció con claridad que «no vamos a permitir que los guardias civiles seamos moneda de cambio para contentar así a partidos que tienen como una de sus mayores expectativas nuestra expulsión, como ya ocurrió en Cataluña y País Vasco, donde nuestra presencia es residual y testimonial».
Hace unos meses, la Asociación Profesional de la Guardia Civil, JUCIL, inició una campaña para recabar apoyos con el objeto de evitar el traspaso de las competencias de Tráfico a Navarra, una medida que afecta a más de 200 agentes.
En total, en este momento hay 1.700 efectivos de la Benemérita en la comunidad, según OK Diario.