El pasado viernes 3 de noviembre, efectivos de la Policía Nacional detuvieron en Madrid al hijo del presidente del Tribunal Constitucional -con quien comparte el mismo nombre- Cándido Conde-Pumpido, tras una denuncia por presunta agresión sexual. Su madre también es un alto cargo judicial: la vocal del Consejo General del Poder Judicial: Clara Martínez de Careaga.
La denuncia fue presentada por una prostituta brasileña, quien denunció una presunta violación en grupo que habría sufrido por parte de Conde-Pumpido hijo y otros dos hombres, tras haber sido solicitada para prestar sus servicios en un chalet de San Blas (domicilio del hijo del presidente del TC).
Los efectivos de la Policía Nacional trasladaron a Conde-Pumpido hijo y a los otros dos hombres a los juzgados de la Plaza de Castilla, donde ingresaron en un calabozo. Pero la titular del Juzgado de Instrucción Número 44 de Madrid, María Isabel Durántez Gil, dejó en libertad a los tres acusados.
Diversos medios ponen de manifiesto que, en 2009, la juez Durántez formó parte del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, quien la eligió para ser directora general de Marina Mercante en el Ministerio de Fomento.
Hoy estaba previsto que la denunciante declarara, pero la juez ha suspendido la declaración puesto que la mujer no ha acudido. Según explican fuentes cercanas de la protagonista a EFE, ni ella ni su abogada habría recibido la citación, y han precisado que irá a declarar en cuanto sea citada formalmente.
A la salida del juzgado, el abogado de Cándido Conde-Pumpido, Álvarez-Ossorio ha contestado a las preguntas de la prensa, pero ha preferido no pronunciarse sobre el estado de salud de su cliente. Esta mañana, el entorno de Conde-Pumpido confirmaba que el hijo del Presidente del Tribunal Constitucional habría vuelto a ser ingresado en un centro psiquiátrico por un presunto intento de autolesiones.