Los pormenores los cuenta El País de Miguel Barroso, abanderado de la mayor operación cristofóbica de la democracia española. Empecemos por el final: se trata de suprimir la Eucaristía, que no a la Iglesia (convenientemente 'reformada' la clerecía puede resultar el mejor de los aliados) y para eso se hace necesario vulnerar su honor, destruir su reputación ante los españoles.
¿Cómo conseguirlo? Pues con una Causa General contra la presunta pederastia clerical. En eso está el sanchismo, cuya seña de identidad, al igual que la de sus socios de Podemos, es la cristofobia, que no anticlericalismo, dado que consideran a muchos jerarcas eclesiásticos como aliados en la campaña. Pero quede claro: el objetivo no es la clausura la Iglesia, sino la supresión de la Eucaristía.
La técnica de la Fiscalía continúa siendo la misma: airear un caso real, de culpabilidad testimonial, a ser posible de un pasado lejano, donde el acusado no pueda defenderse, y exagerar el fenómeno hasta convertirlo en una causa general contra la Iglesia
El ensayo general ha sido la pandemia, con el cierre de templos que la mayoría de los obispos, afortunadamente no algunos sacerdotes, aceptaron sin rechistar.
Uan vez que los obispos cedieron, ahora se plantea la batalla final: suprimir la Eucaristía, las misas, porque "la Iglesia vive de Eucaristía" (Juan Pablo II) y porque "la Eucaristía hace la Iglesia". (Francisco).
Será Dolores Delgado, fiscal general del Estado, conocida en la Fiscalía como 'Lola la loca', la encargada de dirigir el mayor ataque de La Moncloa sociopodemita y guerracivilista contra la Iglesia, a costa de la presunta pederastia clerical. Y esto a pesar de que Pedro Sánchez y Dolores Delgado saben que la pedofilia clerical en España es mínima, comparada con otros países y, sobre todo, con la pederastia 'laical'. El asunto resulta de lo más explotable, por cuanto la sociedad española presenta unas tragaderas éticas difícilmente superables pero hay algo con lo que, afortunadamente, no traga: la pederastia. Los niños siempre han sido muy importante en España y el que tuvo, retuvo.
En paralelo, el Congreso pretende abrir una Comisión parlamentaria, los famosos juicios paralelos, para destruir la reputación de la Iglesia y, a la postre, prohibir la Eucaristía... que es el verdadero objetivo final
La técnica de la pareja del condenado por prevaricación, juez Baltasar Garzón, actual fiscal general del Estado, continúa siendo la misma: airear un caso real, de culpabilidad probada, y exagerar el fenómeno 'ad nauseam'. Esta vez se ha utilizado a un escritor, al parecer sodomizado por un sacerdote miserable, hace sesenta años, sacerdote al que, en efecto, si se confirman los hechos, habría que haber abofeteado tiempo atrás. Los casos demostrados son casi todos de hace muchísimo tiempo pero, sobre todo, son mínimos en cantidad. En otras palabras, el clero español no es, ni mucho menos, como nos lo quieren presentar doña Dolores y Miguel Barroso: un clero machacador de pobres niños indefensos. Mayoritariamente, ha sido un clero entregado a la infancia, especialmente durante épocas pretéritas. En todos los países, las diferencias entre la pederastia clerical (cierto, no debería existir ni un solo caso) y la laical es abismal... a favor del clero. En el caso español podemos hacer dos comparaciones: el clero español no es pedófilo, con muchos menos casos que en cualquier otro país, y el problema de la pornografía, pedofilia y pederastia es abrumadoramente superior entre los laicos que entre los curas.
Pero eso le da igual a Doña Dolores y a los diputados progres: se presenta una solo caso en televisión, con 'tuit' anexo del presidente del Gobierno y ya basta para poner en berlina a toda la Iglesia y e incluso para que los católicos den un paso atrás y ni tan siquiera defiendan a su pastores.
Naturalmente, en cuanto el progresismo logre liquidar a la Iglesia a través de la mentira de la pederastia clerical, no duden ustedes de que la pederastia será legalizada por el mismo progresismo que ahora la utiliza contra la Iglesia. Ya se ha empezado en la ONU con la pedofilia.
Volvamos a la cristofobia del Sanchismo frentepopulista y a su actual ataque contra Cristo. En paralelo a doña Dolores, don Pedro y don Miguel, el Congreso pretende abrir una Comisión parlamentaria, los famosos juicios paralelos, en principio contra la pederastia clerical pero en la práctica se trata de destruir la reputación de la Iglesia y, al final de todo, prohibir la Eucaristía. Probablemente los Rufián, y compañía ni siquiera lleguen a entrever el alcance de la operación.
En concreto, el portavoz de ERC resulta, por su vedetismo, un tonto útil muy útil para cualquier barrabasada. Verbigracia: para este ataque final contra la Eucaristía. Él y otros y otras, desde Irene Montero o Ione Belarra, o el portavoz podemita-catalán, Jaume Asens, son gente superficial muy aprovechable en esta batalla contra la Eucaristía, que de eso hablamos. Son peones eficaces a la hora de realizar la tarea previa de comando suicida: destruir el honor del Cuerpo Místico a través de la pedofilia.
En toda la historia democrática española jamás se había lanzado un ataque tan avieso contra el catolicismo. Y al estilo siglo XXI: con la Fiscalía como ariete y los tribunales como verdugos
Lo cierto es que en toda la historia democrática española jamás se había lanzado un ataque tan avieso contra el catolicismo. Y al estilo siglo XXI: con la Fiscalía como ariete y los tribunales como verdugos.
Y no lo duden: el método será el mismo que el utilizado contra Benedicto XVI, en este caso por la propia Iglesia alemana, no por un Gobierno, como en España: resulta que el Papa Benedicto XVI, hace 50 años, siendo obispo de Munich, luchó denodadamente contra la pederastia clerical pero, miren por dónde, no fue lo suficientemente diligente en cuatro de los centenares de casos de pederastia a los que se enfrentó: está claro que debe ser fusilado por ello.
En definitiva, una exageración 'ad libitum' y 'ad nauseam'. Y eso sí refrendada por la Fiscalía. No se trata de denigrar, eso ya está conseguido: ahora se trata de condenar. Democráticamente se entiende, en los tribunales. Las exclusivas del proceso para El País, naturalmente. Miguel Barroso sí que sabe dar el conveniente tratamiento informativo a estas cosas.
Con doña Lola Delgado, al frente, naturalmente.
Insisto: en toda la historia democrática española jamás se había lanzado un ataque tan avieso contra el catolicismo como la del Frente Popular que lidera Pedro Sánchez. Y al estilo siglo XXI: con la Fiscalía como ariete y los tribunales como verdugos. Recuerden: sólo lo que sale de los tribunales es incontestable. La opinión de un juez o de un fiscal es canónica.