Más división en el Gobierno Sánchez, aunque no es la primera vez ni seguramente será la última en que se dé. Ahora varias ministras socialistas se colocan contra las podemitas por la posibilidad de que se proponga un nuevo impuesto a las eléctricas.
Todo ha surgido en la calurosa mañana de este jueves, cuando la vicepresidenta segunda, la chulísima y comunista Yolanda Díaz, ha señalado que por ley no se puede crear una figura fiscal en los próximos Presupuestos para gravar los ingresos extra de las eléctricas. Esto casi tres meses después de que pidiera un impuesto extraordinario al considerar que estas ganan demasiado, una propuesta que no temía Francesco Starace, CEO de Enel y vicepresidente de Endesa.
Yolandísima señala que, por ley, no se puede crear una figura fiscal en los próximos Presupuestos para gravar los ingresos extra de las eléctricas: ¿a que sí?
Claro que en esta ocasión, Yolandísima ha recibido respuesta de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera. Esta ha señalado que “hay que estar más pendiente de lo que diga María Jesús Montero que de lo que diga Yolanda Díaz”. Sucede que ha subrayado que esta última “dice algo que forma parte del planteamiento del Gobierno de coalición y es que a esta situación hay que responder de forma más equilibrada y justa a las necesidades de los ciudadanos, para que los costes se repartan de forma equitativa. Pero a la hora de diseñar el sistema fiscal, es obvio que el liderazgo lo lleva el Ministerio de Hacienda”, o sea, de Marisu.
La vicepresidenta primera y muy económica, Nadia Calviño, ha respaldado a Marisu frente a Díaz: “En materia fiscal, me remito a lo que haya explicado la ministra de Hacienda”, ha afirmado a su entrada a la reunión del Eurogrupo en Luxemburgo. Además, no hay que olvidar que Calviño fue desautorizada por su propio jefe de filas, Pedro Sánchez, hace no muchos días: Doña Nadia aseguró que la baja menstrual suponía la estigmatización de las mujeres, una propuesta impulsada por la ministra de Igualdad, Irene Montero, que después presentó al Consejo de Ministros y fue aprobada.
Ribera afirma que “hay que estar más pendiente de lo que diga María Jesús Montero que de lo que diga Yolanda Díaz” y Marisu también recibe el respaldo de Calviño
Por su parte, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, la podemita Ione Belarra, ha insistido en proponer un abono de transporte general a 10 euros y en financiarlo “a costa del impuesto extraordinario a las empresas energéticas que el año pasado cuadruplicaron sus beneficios”. Un abono de transportes, que en su opinión, permitiría “mejorar la situación de las personas que están llegando con muchas dificultades a fin de mes; mejorar la situación de las personas que no pueden permitirse el precio actual de los carburantes y, en plena ola de calor en junio, luchar de manera más eficaz contra la crisis climática”.
Todo esto esto sucede un día después de que la propia Marisu Montero negara discrepancias entre los dos partidos que forman el Gobierno Sánchez sobre un nuevo impuesto a las eléctricas. Eso sí, subrayó que “hay que buscar la fórmula y el vehículo adecuado para su puesta en marcha”, y de hecho, apostó más por hacerlo vía Presupuestos.
¡Preparen aún más los bolsillos... y eso que ya andan bastante escaldados! El timo o más bien la chapuza del tope ibérico aún no logra rebajar la luz y al mismo tiempo se registran nuevos récords en carburantes, mientras Teresa Ribera retoma el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), con el que las petroleras iban a ser las más perjudicadas, y que supondrá asestar un golpe a la industria de nuestro país de 2.500 millones de euros, afectando a su competitividad.
Vayamos por partes. La chapuza del tope ibérico aún no ha logrado rebajar el precio de la luz en los primeros días que lleva en vigor y al Gobierno Sánchez le llueven las críticas porque no está siendo el gran ‘éxito’ que tanto vendió... debería optar más que por cambios en la política energética nacional por cambiar su política de comunicación. El día 15 (el primero con tope), el precio medio del mercado mayorista de electricidad (más conocido como ‘pool’) fue de 165,59 euros por megavatio hora (MWh), 48 euros menos al del día anterior, pero al sumar la compensación a las centrales de ciclo combinado, ascendió a 224,86 euros/MWh, diez euros más caro que el del día 14, mientras RTVE se afanaba en colocarse contra todos para defender al Ejecutivo explicando que el precio era un 6% menor al que habría sin tope ibérico. Este jueves 16, el precio de la luz es de 259,01 euros/MWh, incluyendo la citada compensación, 34 euros más caro que el del día anterior. Y ojo, el día 17, será de 266,38 euros/MWh, con compensación incluida. ¡Ole, ole y ole! Además, está contribuyendo el hecho de que estamos en una ola de calor que ha disparado la demanda y son los ciclos combinados de gas los que están produciendo mucha electricidad ante la menor cantidad de eólica.
Tecnologias de marcam o preço marginal no mercado diário pic.twitter.com/La7X5NbIOo
— Francisco Beirão (@fbeirao) June 15, 2022
También estamos ante nuevos récords en los precios de los carburantes: el precio medio de la gasolina se sitúa en 2,117 euros y el del gasóleo (el diésel) en 2,003 euros). Por primera vez ambos superan los dos euros... y es que el precio del petróleo continúa caro (la cotización del barril de Brent -de referencia en Europa- está en unos 118 euros).
En paralelo, Ribera ha retomado el Fondo Nacional de Sostenibilidad del Sistema Eléctrico (FNSSE), la nueva forma de financiación de renovables, cogeneración y residuos con la que también buscaba rebajar la factura eléctrica. Recuerden que las petroleras iban a ser las grandes perjudicadas y ya se preveía que esto encarecería los carburantes, pero ahora la cosa se pone aún peor: el FNSSE asestará un golpe de 2.500 millones de euros a la industria española, afectando a su competitividad, y la Alianza por la Competitividad de la Industria ha pedido la exención de la industria manufacturera. Y entre los miembros de esta alianza está la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP), que ha advertido de los riesgos del FNSSE en un contexto de tensión del mercado energético.