No, no lo puedo asegurar, pero es lo que corre por los mentideros madrileños... que se han convertido en un pudridero continuo. El miércoles 29 se cumple un año desde la convocatoria de las pasadas elecciones del 23-J. Y está claro que Sánchez no puede continuar así toda la legislatura. Una cosa es aferrarse al poder y otra ser torturado en el poder. Sánchez es un ególatra pero no un masoca.
Y si Sánchez no convoca elecciones el miércoles 29, Núñez Feijóo presentará una moción de censura el jueves 30, día en que, se aprueba en el Congreso la Ley de Amnistía que podría entrar en vigor el 31 de mayo o el 1 de junio. Buen momento para presentar una moción de censura. Alguno incluso creyó entender que Feijóo, en la manifestación contra la Ley de Amnistía celebrada en Madrid, el pasado domingo 26, cuando repetía que la legislatura se había terminado, estaba, o bien retando a Sánchez a que convocara elecciones o bien cargándose de razones para presentar una moción de censura.
¿Podría el PP ganar esa moción de censura? Sí, siempre que el singular Carlos Puigdemont dé orden a sus siete diputados para abstenerse. De este modo, la mayoría de síes se situaría en los 172 diputados... ¡justo lo que Feijóo obtuvo durante su sesión de investidura! A saber, PP (137), Vox(33), UPN (1) y Coalición Canaria (1) le harían presidente del Gobierno. Para ello, necesita más síes que noes. Ahora bien, si a 350 diputados le quitamos los siete de Junts se nos quedan en 343, dividido entre dos, más uno: 172 congresistas.
¿Es muy capaz Puigdemont de darle el Gobierno a Feijóo? Sí, es muy capaz, con tal de dejar claro lo mucho que puede mandar y para vengarse de un Sánchez que se niega a convertirle en presidente de la Generalitat. Sí, es muy capaz porque Puchi entiende el poder como la capacidad para infligir daño... a España.
Pero un día antes, el 29 de mayo, Sánchez puede convocar elecciones, dado que ese día se cumple un año desde la anterior convocatoria electoral. Tengan en cuenta que ya ha perdido dos votaciones por la traición de Junts y de Sumar. Ahora, sus socios de gobierno, en caída libe, y necesitados de cualquier bandera para remontar, le ponen peros a su apoyo militar a Ucrania y le dicen que se ha quedado corto, muy corto, con el reconocimiento del Estado palestino.
Sánchez pretende, en una elecciones, restarle más votos a Yolandísima y el mismo recorrido de Ciudadanos: hacia la extinción.
Además, una convocatoria electoral es un buen momento para poner el contador a cero y para que los ataques sobre corrupción a su esposa o a su hermano se consideren mera munición electoral y, por tanto, poco creíbles.
Por otro lado, si convoca elecciones para el domingo 28 de julio... pues recuerden que en 2023, también en vísperas de vacaciones, no le fueron mal. Perdió, sí, pero por menos de lo que se pensaba y lo presentó como un triunfo.
Y por si acaso sucede lo uno o lo otro, aquí no se mueve nadie. La orden entre los grandes de IBEX es que esta semana... esperar y ver: ni pestañear. Ninguna empresa toma decisiones. Todos desean una caída de Pedro Sánchez, ciertamente, porque no le soportan, pero ya han anunciado su derrumbe demasiadas veces... y el 1 de junio, cumplirá seis años en Moncloa.
Normal que nadie quiera arriesgarse. El dinero es miedoso. Lo que no es tan normal es que las empresas estén paralizadas porque la clase política española sea como para llorar.