El arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, pronunció el pasado 8 de septiembre una homilía en la Basílica de Covadonga con motivo de la festividad de la Virgen de Covadonga, Día de Asturias, que no tiene desperdicio.
La homilía entera puede leerse en la web el arzobispado.
Aunque aquí recogemos algunas partes significativas:
En referencia a la JMJ de Lisboa: "En aquel millón y medio de jóvenes no se dieron borracheras, ni destrozos urbanos, ni violaciones en manada, ni toneladas de basura tras su marcha. Tratamos de tantas cosas. También de la ecología de la que tantos hablan, pero sin la carga ideológica de la Agenda 2030, ni el paseíllo manido por las pasarelas de tanta monserga vacía, aunque tan bien subvencionadas que terminan siendo subversivas. Porque hablar de ecología es hablar de que nos importa la vida, toda la vida, evitando caer en la trampa engañosa de salvar sólo algunas floras y faunas clasificadas por ciertas corrientes ecologistas que acaban siendo ecolojetas, mientras dejamos al pairo la vida humana más vulnerable: la no nacida aún, o la que precipita su final con la ayuda matarife de una eutanasia letal sin la asistencia paliativa censurada, o la vida de quien sigue su camino con mil dificultades al perder el trabajo".
Sobre el testimonio de Irina, una joven ucraniana que perdió a su marido y a un hijo en la guerra: "Su testimonio cristiano llegó a conmoverme profundamente por la hondura de una mujer no manipulada en su condición femenina, cuando tiene que afrontar los zarpazos más hirientes no dejándose arrastrar por tanto postureo, tanto empoderamiento y tanta zafia mediocridad".
¿Dónde quedan las frivolidades teledirigidas durante días y días en noticias amañadas para distraer la atención, eclipsar las vergüenzas o manejar bajo cuerda pretensiones y apaños a cualquier precio y con la habitual mentira como arma política?
"Era inevitable la comparanza con otras noticias de estas últimas semanas que yendo de aquí para allá hojeaba en la prensa cada día. Dejemos la Leyenda del beso para la preciosa zarzuela de Reoyo, Silva y Paso con la música de los maestros Soutullo y Vert. Mejor esta zarzuela que los recientes sainetes jaleados con estrategias calculadas. ¿Dónde quedan las frivolidades teledirigidas durante días y días en noticias amañadas para distraer la atención, eclipsar las vergüenzas o manejar bajo cuerda pretensiones y apaños a cualquier precio y con la habitual mentira como arma política? No, me quedo con el alto testimonio humano y cristiano de Irina".
"¡Cómo cambiarían nuestras relaciones interpersonales e institucionales si mirásemos al otro con esos ojos que tienden manos fraternas, abren cauces viables, dibujan horizontes de esperanza… en lugar de levantar muros que nos separan, trincheras que nos enfrentan reabriendo heridas, o manipulando la realidad con noticias falsas o malbaratando a capricho un Estado de derecho que nos asimilaría a una república de banana malhadada rompiendo la convivencia! Cuando vivimos un momento así de crítico y delicado se me deslizan las palabras de aquel gran intelectual que fue Don Miguel de Unamuno: «Me ahogo, me ahogo, me ahogo en este albañal y me duele España en el cogollo del corazón». Así estamos, y estos son los retos nada fáciles de solventar cuando se conculcan derechos, se retuerce la cordura dejando que salte por los aires lo que fuimos construyendo en la convivencia democrática".
La homilía de Mons. Jesús Sanz Montes despertó la cólera del PSOE, que en boca de una de sus ínclitas representantes asturianas, Adriana Lastra, la tachó de "inaceptable", cargada de "odio y machismo", le acusó de intentar "apropiarse de Covadonga" y le amenazó con que el PSOE "no va a permitir" que el obispo "expulse a los asturianos y a sus representantes de un símbolo tan querido como es Covadonga". Sí, Adriana: Covadonga es un símbolo... cristiano. En concreto, una advocación mariana. Esta chica es muy inteligente.