Primero vamos con la noticia. Dos varones que han denunciado agresiones de sus parejas han sido inscritos como mujeres maltratadas en el registro de protección del Sistema Viogén del Ministerio del Interior. Un sistema que da protección a las mujeres víctimas de agresiones y que se puso en marcha hace 20 años al promulgarse la Ley contra la Violencia de Género.
En abril advertimos a la relatora especial @UNSRVAW de @NU que la ley trans se carga la ley contra la violencia machista e @interiorgob nos da la razón: 2 varones han sido inscritos como mujeres maltratadas en el sistema de protección VioGén.
— Contra El Borrado de las Mujeres (@ContraBorrado) May 26, 2024
Es indecentehttps://t.co/4RcTVS379E
Ahora esos dos varones contarán con la protección o tendrán acceso a medidas puestas en disposición para mujeres maltratadas gracias a la Ley Trans de Irene Montero. Cabe señalar que esos hombres no han realizado su cambio de sexo en el Registro, y es que basta con sentirse íntimamente identificado con otro sexo distinto al de nacimiento porque las directrices dan la facultad de otorgar la protección a hombres que se sientan mujer. La decisión queda en manos del 'agente protector' de turno, pero claro, si no lo hace, el hombre que se siente mujer puede tomar medidas por tal discriminación.
La Comunidad de Madrid ya alertó hace unos meses sobre el número de agresores que se hacen trans para eludir la Ley de Violencia de Género. Pero la nueva Ministra de Igualdad, igual de soberbia que su predecesora en el cargo, aseguró que "los casos aislados no se pueden elevar a categoría".
Razón no le faltaba al Gobierno de Ayuso, ya se conocen casos en los que maltratadores se hacen mujeres para eludir la ley contra violencia de género, pues al sentirse mujer y pegar a otra mujer ya hablamos de violencia intrafamiliar, con penas menores que la violencia de género.
Ahora los casos han llegado al lado de la 'víctima', que siendo hombre se declara mujer para acceder a protección y otras medidas que le pueden ser favorable. Y ojo, no podemos dejar de lado el despilfarro de Igualdad de los fondos destinados al Pacto contra la Violencia de Género: pasos de cebra arcoiris, papeleras rosas, talleres de movimiento corporal y celebración del Orgullo LGTBI.