Me gusta el economista Daniel Lacalle, quien fuera cabeza visible del equipo económico del PP con Pablo Casado pero que ahora ha sido expulsado de la Sancta Sanctorum de Génova por Alberto Núñez Feijóo. Su éxito proviene de que se ha especializado en denunciar las mentiras del Sanchismo sobre la situación económica, es decir, Pedro Sánchez asegura que las cosas no pueden ir mejor y Daniel Lacalle se encarga de recordarle dónde y cómo miente. Por ejemplo, desde las páginas de La Razón.
Es lo mejor que he leído sobre el Informe Draghi para resucitar la casi muerta Unión Europea. Un plan que supone inversiones multimillonarias -qué gran acierto-, eso sí, aumentando la deuda, porque el dinero no suele salir del aire.
Pues mire usted, la respuesta a los males económicos de nuestro tiempo sigue siendo la misma: malo es el Estado y malas son las multinacionales. Lo bueno es la empresa familiar, la microempresa.
Porque, como decía Chesterton: ¿Qué más me da que todas las tierras del Condado sean propiedad del Estado o sean propiedad del Duque de Sutherland? El caso es que no son mías.
El plan de Draghi para Europa falla justamente ahí: propone una inversión grandiosa pero pagada con deuda pública, para crear grandes infraestructuras y grandes unidades. ¿Por qué?
Ni PSOE ni PP: la Triple 'P'. Es decir, propiedad privada pequeña.