Desde la carta en la que Pedro Sánchez avaló el plan marroquí para el Sáhara Occidental, en ciertos ambientes se da por hecho que Marruecos logró ese giro en la política exterior de España gracias a que puede chantajear al presidente con el material que el espionaje marroquí habría obtenido de su móvil mediante la intrusión con el programa ‘Pegasus’. (ECD 04-12-2023)
Y fuentes de la seguridad del Estado dan por cierto que ese mismo material ha llegado también a las instancias israelíes. (ECD 04-12-2023)
Tenemos un gobierno altamente vulnerable. Y no solo por lo que a las posibilidades de gobernar con auctorĭtas y estabilidad política interna tiene. Sino también, y es muy delicado, en lo que a nuestra estabilidad como nación poseemos en nuestras relaciones exteriores, en estos momentos.
Esa vulnerabilidad se debe a que tenemos un gobierno que oculta negociaciones que afectan al devenir interno de la nación. A que hoy nos mienten y mañana también. Y no sólo es vulnerable la persona que preside el Gobierno, pieza clave en todo el asunto, sino el partido que lo sostiene, en el que se excusan, para evitar responsabilidades.
¿Cómo podemos tener un Presidente del Gobierno que nos miente -disculpas, cambia de opinión- y además es evidentemente chantajeado por propios y con serios indicios por extraños? En lo interno, por un prófugo de la Justicia, separatistas y antiguos terroristas… Delincuentes aunque se les diera la Amnistía, pago del chantaje. En lo externo, por: ¿Marruecos, Israel, un tal Soros…, y cuantos más?
No nos merecemos un gobierno que nos miente, ni un presidente chantajeado.