De no ser diputado, el presidente del PP, es un obstáculo para ejercer la oposición al Gobierno (Diversos medios).
¿Quien ejerce la oposición al gobierno, una persona o el partido? Y de estos, el partido mayoritario entre las minorías es el que se supone mayor oposición, ello es, porque tiene más votos en el Congreso o el Senado que el resto de las minorías.
Al actual gobierno socialista-comunista, ¿qué persona ha hecho más y mejor oposición? Y ello sin estar en el Congreso de los Diputados. Con los medios y tecnología que ahora mismo hay, gracias a Dios, no hace falta estar en ninguna Asamblea legislativa (CE. Art. 87.2, 152.1, 162.1,) para hacer una oposición rigurosa, fuerte, respetuosa, pero muy efectiva; si se ocupa un puesto relevante en el organigrama del Estado.
Por qué un Presidente de autonomía no puede ser presidente de su partido al mismo tiempo. ¿Acaso el Presidente del Gobierno, en el tiempo que llevamos “de Democracia en España”, no ha sido y es al mismo tiempo, Secretario General o Presidente de su partido? ¡A qué tanta exquisitez por parte de los analistas, y opiniones partidarias!
Por último ¿Por qué el máximo dirigente de un partido tiene que ser el candidato a la presidencia del gobierno? Ni nuestra constitución, ni nuestra ley electoral, lo demandan. Una persona puede ser un gran presidente de una organización política y no ser apto para el gobierno de una nación, o al revés. ¡No son las presidenciales americanas! Es el partido el que presenta a los votantes un programa de gobierno, que se compromete a llevar a cabo si gana las elecciones. Después propone al Jefe del Estado, en nuestro caso al rey, a quién apoyará para que se le invista Jefe de su gobierno, y de España. ¡Para eso son las consultas!
Y una vez que es investido debe ser el presidente del Gobierno de todos los españoles. Pienso que esa debería ser nuestra democracia.
Es hora de que separemos ambas funciones. El presidente del Gobierno no debe de ostentar ningún cargo en el partido. Lo que podemos hacer extensivo en el caso de las autonomías. Sanearíamos mucho nuestro sistema político y ayudaría a regenerarlo.
Se piensa más en la persona y la vanidad, que en lo mejor para la organización política y España.
PD.- Además, para hacer preguntas al Gobierno o sus miembros en los debates o sesiones de control, que estos no respondan más que con ataques, desplantes o yéndose por los “cerros de Úbeda” ¡Que oposición se hace!