La vicepresidenta ecológica... y futura comisaria europea (aunque aún no se sabe de qué), Teresa Ribera, ha recibido un nuevo revés. Esta vez al hilo del informe elaborado por Mario Draghi, que apuesta por un mix energético de renovables y... ¡nuclear!
Parece que Ribera será comisaria de Competencia, según ha avanzado Financial Times hace unos días. Sin embargo, aún habrá que tener algo de paciencia para conocer qué cartera le asigna la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, porque ya no se sabrá el miércoles 11, sino el 17 en el pleno del Parlamento Europeo. Y todo por culpa de Eslovenia... cuyo Parlamento debe opinar sobre la candidatura de Marta Kos, tras la renuncia del anterior candidato (Tomaz Vesel) por diferencias de criterio con Von der Leyen. Además, ya saben que la alemana quiere la mayor paridad posible, pero sólo España, Portugal, Suecia, Finlandia, Croacia y Bélgica presentaron candidaturas femeninas, y Rumanía propuso los nombres de un hombre y una mujer.
El primer revés de Ribera, que no tuvo reparos en ‘engañar’ a los votantes en las elecciones europeas del pasado junio, al no querer recoger su acta de eurodiputada porque o era comisaria o nada y seguía formando parte del Gobierno Sánchez. Desde Moncloa se conforman con “una cartera fuerte”, pero saben que el fuerte sectarismo ideológico de Ribera (la conocen como ‘sandía’ -verde por fuera y roja por dentro-) y su fuerte postura antinuclear se tendrán en cuenta en el reparto de carteras dentro del nuevo Colegio de Comisarios de la Unión Europea. De hecho, se tiene muy claro que Ribera no tendrá la cartera de Energía (la que ocupaba la estonia Kadri Simson) por su activismo ecológico... y antinuclear. Por ejemplo, el caso contrario, no haría ni pizca de gracia a Francia ni a otros países que están apostando por construir centrales nucleares (entre ellos, Polonia).
Se tiene muy claro que Ribera no tendrá la cartera de Energía (la que ocupaba la estonia Kadri Simson) por su activismo ecológico... y antinuclear
Tampoco parece que recibirá la cartera de Medio Ambiente o la de Cambio Climático (que tras la marcha del neerlandés Frans Timmermans se separaron -la primera, junto a Océanos y Pesca la tenía el lituano Virginijus Sinkevičius; y la segunda, la de Acción por el Clima, la ostentaba el neerlandés Wopke Hoekstra-) porque la nueva UE ha dado un giro y ahora importa más la economía que la ecología, así como recuperar y aumentar la competitividad, como se señala en el informe de Enrico Letta y también en el de Mario Dragui. Tener a Ribera al frente de Medio Ambiente o de Cambio Climático puede fastidiar -y bastante- no sólo a Energía sino a otras muchas carteras... justo cuando se debe primar la economía y la reindustrialización de la UE.
Ante todo esto, suena con fuerza la cartera de Competencia para Ribera, dado que es un cargo muy político e importante, y una buena salida para que su activismo no cause líos en Energía, Medio Ambiente o Cambio Climático. Competencia no es ni ecología ni economía, aunque sí tenga más relación con esta que con la primera, pero sólo actúa como un abogado. Eso sí, resultado algo curioso porque en España Ribera ha intentado actuar al margen de Competencia, un tema en el que trabajó su marido, Mariano Bacigalupo, como consejero de la CNMC, desde donde después pasó a consejero de la CNMV; además, el Gobierno Sánchez ha propuesto recuperar la antigua Comisión Nacional de Energía (CNE), aunque desde la CNMC se advierte que la escisión compromete sus funciones.
Draghi apuesta por "acelerar la descarbonización de una manera rentable, aprovechando todas las soluciones disponibles a través de un enfoque tecnológicamente neutral” a través de: renovables, nuclear, hidrógeno, bioenergía y captura, utilización y almacenamiento de carbono...
Y otro revés europeo para Ribera llega con el informe elaborado por Dragui, que menciona la energía nuclear en cinco ocasiones. El expresidente del BCE y ex primer ministro de Italia ha apuntado que “la descarbonización del sistema energético europeo implica el despliegue masivo de fuentes de energía limpias y con bajos costes marginales de generación, como las renovables y nuclear”. Al mismo tiempo, Draghi ha referido que “la UE debería desvincular la remuneración de las energías renovables y la energía nuclear de la generación con combustibles fósiles aprovechando las herramientas introducidas en el nuevo diseño del mercado de la electricidad (como los PPA y los CFD bidireccionales) y extendiendo progresivamente los PPA y los CFD a todos los activos renovables y nucleares”. Y por supuesto, apuesta por "acelerar la descarbonización de una manera rentable, aprovechando todas las soluciones disponibles a través de un enfoque tecnológicamente neutral. Este enfoque debería incluir energías renovables, energía nuclear, hidrógeno, bioenergía y captura, utilización y almacenamiento de carbono, y debería estar respaldado por una movilización masiva de financiación pública y privada”.
Y por cierto, a la incógnita de qué cartera ocupará Ribera en el nuevo Colegio de Comisarios de la UE, se suma la de quién será su relevo en el Gobierno Sánchez. Entre los que se postulan figuran Arturo Gonzalo, CEO de Enagás; y Beatriz Corredor, presidenta no ejecutiva de Redeia.