La amnistía que negocia Pedro Sánchez con los delincuentes del 'procés' está abriendo un encendido debate en la sociedad española. Es decir, que parece que no está dejando indiferente a nadie. Y es lógico, porque supondría la abolición del estado de derecho en España, al quebrar la igualdad de todos los españoles ante la ley.
¿Hay algo más grave que eso en una democracia?
Por ello, dada la gravedad del momento, hasta algunos obispos españoles se han pronunciado sobre el tema.
Por ejemplo, el Mons. José Ignacio Munilla, obispo de Orihuela-Alicante, lo ha abordado en su programa 'Sexto Continente' en Radio María España, indicando que es una actuación «inmoral» que supone poner «por encima de todo la búsqueda del poder como el valor máximo». Munilla ve en la amnistía una forma de Sánchez de aferrarse a el poder. «El poder se convierte en un Dios, es adictivo. El ansia de poder llega a eliminar nuestro valores, nuestros ideales». «El indulto es perdonar al pecador, pero la amnistía es olvidar que existió el pecado, es como decir que no existió el mal, no existió la corrupción, no existió la violación de la ley, pero sí existió». "No es legítimo asumir todos los medios, incluidos medios inmorales, para poder mantenerse en el poder (...). Es especialmente doloroso que se pretenda tomar por tonta a una nación al decir que se hace por el interés del bien común, eso no se lo cree nadie".
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Por su parte, el obispo de Huelva, Mons. Santiago Gómez Sierra, ha publicado una carta titulada 'Valoración moral del nacionalismo' en la que considera "moralmente cuestionable" que cada uno de los pueblos que históricamente integran un Estado "pretendan unilateralmente una configuración política de la propia realidad como Estado". "Es necesario distinguir la nación, como una realidad eminentemente cultural, del Estado que es una realidad primariamente política; que puede coincidir con un solo contexto cultural o bien albergar en su seno diversos ámbitos culturales", añade. "Cuando varias realidades culturales se hallan legítimamente vinculadas por lazos históricos, familiares, religiosos, culturales, económicos y políticos dentro de un mismo Estado, no puede decirse que cada una de ellas gocen necesariamente de un derecho a la soberanía política". Y concluye: "La Doctrina Social de la Iglesia reconoce un derecho real y originario de autodeterminación política en el caso de una colonización o de una invasión injusta, pero no en el de una secesión".
Antonio María Rouco Varela, cardenal arzobispo emérito de Madrid, ha aprovechado la presentación del XXV Congreso Católicos y Vida Pública, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) y la Fundación Universitaria San Pablo CEU, para cuestionar la amnistía. "Está claro que la doctrina sobre la secesión unilateral es clara, no es aceptable desde el punto de vista de la Doctrina Social de la Iglesia una secesión unilateral, ese es el principio diremos ético de moral social que hay que tener en cuenta a la hora de juzgar este asunto", subrayó, recoge Religión en Libertad.
Asimismo, Mons. Sanz Montes, arzobipso de Oviedo, apunta al PSOE como responsable de ceder ante quienes atentaron contra la convivencia de los españoles con tal de seguir en el poder:
La amnistía no es un borrón con cuenta nueva. Los q delinquieron grave y violentamente contra la convivencia destruyendo un Estado de derecho, determinan con su moneda de cambio el futuro de un pueblo. Cómplices q venden lo ajeno por un plato de lentejas para seguir en el poder.
— jesus sanz montes (@jsmofm) November 5, 2023
Por su parte, Mons. Luis Argüello, arzobispo de Valladolid señalaba:
La amnistía podría ser valiosa si fuera recíproca y los amnistiados renunciaran a un proceso ilegal y unilateral, si fuera fruto de un acuerdo con mayoría cualificada, si no amparase la violencia contra las personas. Si no es así, amenaza la convivencia a la que dice servir.
— Mons. Luis Argüello (@MonsArguello) November 5, 2023