En una de sus declaraciones sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso, que se remontan al mes de octubre, Pedro Sánchez llegó a decir que Alberto González Amador era un “delincuente confeso” y que “ha defraudado a Hacienda”. Pues bien, este viernes, el Juzgado de Primera Instancia número 98 de Madrid ha citado al presidente del Gobierno, el 12 de febrero, por la demanda por injurias y calumnias interpuesta por el novio de Ayuso, que además reclama 100.000 euros de indemnización. Sería la segunda vez que Sánchez declara ante un juez, tras hacerlo ante Juan Carlos Peinado por el caso Begoña Gómez.

Eso será el 12 de febrero. Mientras tanto, sabemos que Pedro Sánchez manipula como nadie, de tal manera que después de escucharle es muy aconsejable dedicar un rato a comprobar si lo que ha dicho corresponde o no con la realidad. Nos referimos a las declaraciones del presidente, el jueves por la noche, en Bruselas, tras participar en el Consejo Europeo, sobre el informe de la UCO en el que la Guardia Civil asegura que el móvil del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, no contenía mensajes acerca de la filtración de los datos privados del novio de Isabel Díaz Ayuso.

“Ahora estamos viendo que en el informe de la Guardia Civil, lo que se comprueba es que no hay ningún mensaje”, afirmó Sánchez. “¿Quién va a pedir perdón al fiscal general del Estado, quién lo va a hacer?”, se preguntó el presidente, que fue todavía más lejos: “Ahora dicen: ‘no, es que los mensajes se borraron’. Pero, por favor, elevemos un poco el debate público y exijamos a aquellos que han acusado sin pruebas, que ahora mismo se está comprobando que no existían pruebas, que pidan disculpas y que asuman su responsabilidad”. ¿Lo ven? Sánchez es imbatible en manipulación.

Claro que la UCO no encontró mensajes: habían sido borrados lo que, por cierto, puede ser constitutivo de delito. Porque lo que omitió el presidente es que la UCO, en ese mismo informe, asegura que ha localizado mensajes enviados por el fiscal general a terceras personas. Un detalle que desmonta el discurso de Sánchez.

El presidente exigió que se pidiera perdón al fiscal general, que está imputado, porque la UCO no había encontrado nada en su teléfono. Por supuesto que no: los mensajes habían sido borrados

El presidente tiene algunos alumnos aventajados, por ejemplo, Óscar López, que este viernes acusó al juez Peinado de “prevaricador”, por, según él, imputar a Juan José Güemes (Instituto de Empresa) sirviéndose de una mentira, cuando en realidad no fue así.

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Conviene recordar que las cuatro querellas presentadas contra el juez Peinado en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, fueron archivadas.

Preguntada sobre todo esto, Diaz Ayuso afirmó este viernes: “Es un cobarde. Ha enloquecido. Está acorralado por la corrupción y está destrozando la democracia y el Estado de Derecho. Señor Sánchez, usted debe dimitir. Es usted una vergüenza para España”, declaró. “Utilizan los medios públicos del Estado para proteger a Begoña Gómez. Quiero ver la factura de cómo se está pagando Begoña los abogados y quiero saber si ellos, como hace un ciudadano particular al que se le ha robado la presunción de inocencia y sus derechos fundamentales (en referencia a su novio), se lo pagan de sus bolsillos”, señaló.

Mientras, en otro caso conexo, el de Begoña Gómez y como ya hemos informado, el ministro Óscar López ha llamado mentiroso al juez Juan Carlos Peinado y ha hecho suya la filtración a RTVE y apoyada en ella, ha iniciado la nueva campaña contra el juez que se ha atrevido a imputar a Begoña Gómez: "Lo que hemos conocido hoy del señor Peinado es claramente prevaricador: es que el señor Peinado ha mentido en sede judicial y ha utilizado una mentira para imputar a otra persona", ha sostenido el líder de los socialistas madrileños en declaraciones a los medios tras visitar la sede de Cellnex Telecom en la capital española.