Oriol Junqueras ha sido reelegido presidente de ERC con una mayoría tirando a muy fuerte. El candidato de Marta Rovira, una centrífuga peligrosa, no tuvo muchas opciones. Esto no significa que ERC sea un polo de unidad. Ha mostrado su división interna pero, al menos, el elegido ha sido Junqueras. Casi me alegro.
Y digo que me alegro porque, al menos, la izquierda separatista catalana ha optado por un hombre que dio la cara y pagó su osadía indepe con la cárcel.
Enfrente, la derecha separatista catalana se ha puesto al mando de un cobardón fugado y rencoroso como Carles Puigdemont, que no ha logrado destrozar España pero intenta destrozar a Cataluña. Un personaje, este Puigdemont, para olvidar. Entre un separatista que da la cara y un separatista cobarde me quedo con el primero. Sin dudarlo.