Recientemente Sánchez, durante su gira por los Balcanes, participó en el homenaje celebrado a los 22 militares españoles fallecidos durante la guerra en Bosnia Herzegovina, acompañado por el alcalde de la ciudad de Móstar, Mario Kordić.

Allí, el presidente rindió homenaje con una ofrenda de flores a los miembros del contingente español que fallecieron en Bosnia y Herzegovina, "defendiendo la paz". A la vista de un detalle que no ha pasado desapercibido en las redes sociales, el diputado del Grupo Mixto, Pablo Cambronero, preguntaba a Sánchez "Trastorno de la personalidad narcisista. ¿Diagnosticado o no?". Y es que, la inscripción en la lazada que llevaba el ramo depositado en la ofrenda floral rezaba: "El Presidente del Gobierno de España".

Y es que, Sánchez en Croacia se siente como en casa. Allí es donde inició su andadura política bajo el auspicio de George Soros. Efectivamente, así fue, lo recoge Joaquín Abad en su libro “La red secreta de Soros en España”. Fue a finales de los 90 cuando Sánchez tuvo su primer mentor, Carlos Westendorp, político, diplomático y jurista, que fue ministro de Asuntos Exteriores de Felipe González.

Pedro Sánchez se incorporó como asistente de Westendorp, cuando éste era Alto Representante Internacional para Bosnia y Herzegovina de las Naciones Unidas en el proceso de pacificación de Yugoslavia. Westendorp fue nombrado embajador de España ante la ONU, y fue entonces, en la delegación de Sarajevo y en sus continuos viajes a Nueva York, donde Sánchez fue urdiendo sus relaciones internacionales con gente próxima a George Soros.

En 1997, cuando nuestro presidente trabajaba en el Parlamento Europeo como asesor de la eurodiputada socialista Bárbara Duhrkop y como jefe de gabinete del Alto Representante de la ONU en Bosnia y Herzegovina, Carlos Westerdorp, los hombres de Soros se fijaron en Pedro Sánchez. En ese momento lo integraron como trabajador en sus fundaciones.Y desde allí hasta la presidencia de España... y estamos seguro de que, a este paso, hasta el infinito y más allá.