Después de escuchar a Yolanda Díaz durante algo más de una hora, uno llega a la conclusión de que su figura ha sido, es y será esencial en la democracia española. Es más, en realidad no ha habido democracia como tal hasta que llegó ella, primero como ministra y ahora como líder de Sumar. ¡Gracias, Yoli!

“La España de dos hombres debatiendo ha pasado” porque, para empezar, “dejan a la mitad de la población fuera”, afirmó este jueves durante el XL Curso de la APIE y la UIMP, celebrado en Santander, en referencia a un debate electoral únicamente entre Sánchez y Feijóo. Machismo puro.

Menos mal que llegó ella. Por ejemplo, ¿quién subió el salario mínimo interprofesional? Correcto, “yo he subido el SMI”, respondió, sin mencionar a nadie más. Humildad ante todo.

Además de estos detalles, Yolanda miente. Por ejemplo, cuando asegura que la culpa de la inflación la tiene los elevados márgenes empresariales, “como han dicho el Banco de España y el BCE”. ¿No es genial? Solución: aprobar un observatorio para márgenes empresariales para que vigile a los pérfidos empresarios que, además de forrarse, provocan la subida de la inflación. Por supuesto, ni el Banco de España ni el BCE han acusado a las empresas de provocar el alza de la inflación en esos términos. Pero es que, además, el sistema en el que es el Gobierno quien decide los precios se llama comunismo y ya sabemos que el comunismo es incompatible con la democracia. ¡Anda, si Yolanda es comunista!

Para concluir, su medida económica estrella: un bono directo de 1.000 euros para ayudar a quien tenga dificultades para pagar una hipoteca de hasta 250.000 euros y con una antigüedad de 10 años. El presupuesto sería de 1.000 millones de euros, obtenido del impuesto a la banca.

El resto del programa económico de Sumar se resume en dos palabras: subir impuestos. Yolanda necesita una máquina de fabricar billetes. Debería hablar con Eduardo Garzón.