Las redes sociales han dictaminado que la razón la tiene Isabel Díaz Ayuso y que Teodoro García Egea y Pablo Casado se han convertido en dos suicidas a los que, con tal de ajustar cuentas con Ayuso, mucho más popular que ellos, poco les importa suicidarse. Todo ello, justo en el momento en el que el PP levantaba el vuelo y superaba en todas las encuestas (salvo en las del CIS, claro) al PSOE. Un ejemplo, esta encuesta de Electomania.
Pues bien, justo en ese momento Pablo Casado y Teodoro García Egea se cargan al mejor activo de la derecha mientras las redes sociales le dan la razón... a Isabel Ayuso.
Dos beneficiarios de la guerra civil en el PP: el PSOE y Vox. Tanto Pedro Sánchez como Santiago Abascal temen a la presidenta madrileña
Casado y Egea se lo ponen fácil a los beneficiarios de la guerra civil en el PP: el PSOE y Vox. Tanto Pedro Sánchez como Santiago Abascal temen a la presidenta madrileña. Prefieren a Casado como contrapunto electoral a enfrentarse al tirón de Ayuso. Es más, ambos están convencidos de que pueden ganar a Casado y perder contra la presidenta madrileña.
Y a todo esto, la presunta acusación de corrupción a Ayuso: su hermano lleva 20 años en el sector del material sanitario, lo que no ocurre con el esposo de la vicepresidenta Nadia Calviño
Y a todo esto, la presunta acusación de corrupción a Ayuso, el origen de la polémica. ¿tiene enjundia? Pues no: su hermano lleva 20 años en el sector del material sanitario... lo que, por cierto, no ocurre con el esposo de la vicepresidenta Nadia Calviño y su intermediación en la concesión de fondos europeos. Presunto por presunto, mucho más grave lo de Calviño que lo de Ayuso, pero claro, el PSOE no cuenta con un Teodoro García Egea, dispuesto a asegurar que sí hubo pagos al hermano de Ayuso. Es decir, dando por buenas las muy presuntas acusaciones de corrupción.
Caso gravísimo, aseguran todos los demagogos de la izquierda y de Ciudadanos: pues no, no da ni para una nota al margen
Caso gravísimo, aseguran todos los demagogos de la izquierda y de Ciudadanos: pues no, no da ni para una nota al margen.