Dice Expansión que los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) deberían ser elegidos por sorteo.

Al menos evoca esa posibilidad, dado que el nombramiento de 10 miembros del CGPJ por el PSOE y por el PP ha acabado como el rosario de la aurora,… antes de empezar.

Uno comprende el argumento del diario líder de España en economía viene provocado por el agotamiento. Ahora bien, antes que darnos al azar, yo prefiero que uno de los tres poderes del Estado sea elegido, o bien por el pueblo o bien por los propios jueces, que en España son más de 5.000.

Y de una vez por todas, carguémonos al Tribunal Constitucional. Basta con el Supremo. Es como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo o el Tribunal de La Haya: más que un tribunal parece una disfunción

¿Elegir el poder judicial por sorteo? ¿Y por qué no al Parlamento y al Gobierno, también por sorteo?

Los jueces mejor por oposición y los jurados por sorteo... pero el poder judicial, mejor por elección popular.

Ya puestos, y de una vez por todas, carguémonos al Tribunal Constitucional (TC). Basta con el Tribunal Supremo (TS). El Constitucional supone una cuña muy dolorosa introducida en la pirámide del poder judicial con el ánimo de fastidiar. 

Además, ya puedes despolitizar el poder judicial que si el Tribunal Constitucional es nombrado por los partidos ocurrirá lo que ahora mismo ocurre en España: que el TC del ilustrísimo Conde-Pumpido se convierte en una desautorización permanente de todos los tribunales, incluido la máxima jerarquía judicial: el Tribunal Supremo.

Y no olviden que la politización de la justicia es mala pero también lo es la judicialización de la política. Sí, ya sé que los progres suelen utilizar este argumento pero eso demuestra que hasta los progres pueden tener razón

El TC es como el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo o el Tribunal Internacional de La Haya: más que un tribunal parece una disfunción, cuñas sangrantes, ideologizadas ‘ad nauseam’, que terminan con la independencia judicial. Son instrumentos ideológicos, verdaderas losas que terminan con todo asomo, no ya de independencia judicial, sino con todo asomo de justicia.

Tampoco olviden que la politización de la justicia es mala pero también lo es la judicialización de la política. Sí, ya sé que los progres suelen utilizar este argumento pero eso demuestra que hasta los progres pueden tener razón... sólo muy de tarde en tarde. 

¿Me estaré volviendo progresista? ¡Qué horror!