Si no fuera por miedo sería la novia en la boda, el niño en el bautizo y el muerto en el entierro, con tal de dejar su sello. A este personaje de purpurina que es la vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, además de pretender irse a Israel para defender a los palestinos -¡Pobres palestinos!- de los perversos judíos, se le ha ocurrido otra ideal genial: imponer a los colegios privados y a los hospitales privados el 21% de IVA. O sea, llevarles a la quiebra. Ojo: sólo a la educación y a la sanidad privadas.
Es el muy justo sistema fiscal comunista: no te fiscalizo por lo que haces sino por quién eres. Si eres clase media, que no rico, te frío a impuestos.
En el actual sistema educativo, el padre que lleva a sus hijos a la privada paga dos puestos escolares: el de su hijo y el del hijo del padre que lleva a su retoño a la enseñanza pública
De entrada, Yolanda Díaz, al imponer el IVA a la educación privada y a la sanidad privada, no pretende recaudar más dinero: de esos recaudaría unos 3.000 millones de euros, que no representan sino el chocolate del loro para una Administración derrochona como la de Pedro Sánchez. Lo que realmente pretende Yolanda Díaz es erradicar la educación católica en España y, en el caso de la sanidad pública, eliminar la propiedad privada, porque, a menor propiedad privada, más poder para ella que, como política que es, juega con 'el dinero de los demás'. Pero siempre a a favor de los pobres, qué conste. Esto es, a beneficio de los huérfanos y de los pobres de la capital.
La enseñanza concertada la y la privada -esta le sale gratis- le cuesta al Estado la mitad que la enseñanza pública... y, miren por dónde, resulta que casi todos los padres intentan llevar a sus hijos a la enseñanza privada
¿Por qué no le gusta esto a Yolanda? Porque sabe que si le ofrece a los padres un cheque escolar que sufrague todos los gastos educativos de sus hijos, la mayoría optará por llevarles a un colegio privado, y la enseñanza pública, al igual que los colegios privados malos, tendría que cerrar. Por ejemplo, sería más difícil pervertir a los niños con la ideología de género.
En el actual sistema educativo, el padre que lleva a sus hijos a la privada paga dos puestos escolares: el de su hijo y el del hijo del padre que lleva a su retoño a la enseñanza pública.
Es más: la enseñanza concertada y la privada -esta le sale gratis- le cuesta al Estado la mitad que la enseñanza pública... y, miren por dónde, resulta que casi todos los padres intentan llevar a sus hijos a la enseñanza privada.
Lo que realmente pretende Yolanda Díaz es erradicar la educación católica en España y, en el caso de la sanidad pública, eliminar la propiedad privada en España, porque, a menor propiedad privada, más poder para ella, que juega con el dinero de los demás
Con el cheque sanitario, menos importante que el educativo pero igualmente justo, ocurre algo parecido: el objetivo es curar a la gente, no imponer un sistema político-sanitario. Si le ofreces a la gente un cheque sanitario elegirá para una serie de enfermedades la sanidad pública, pues es la que dispone de mejores medios para enfermedades crónicas, dado que las economías de escala de la sanidad no funcionan como las formativas.
Ahora bien, para muchas otras enfermedades, la sanidad privada se llevaría la palma con el cheque sanitario, porque con éste el español podría elegir. E incluso para las enfermedades largas... esperen a que se desarrolle un mercado sanitario en competencia: sería el final de la sanidad pública, la misma que, al igual que la educación privada se paga "con el dinero de los demás".
Y todavía don Pedro Sánchez no se ha manifestado sobre la luminosa idea de gravar con IVA a la enseñanza privada y a la sanidad privada, pero estoy seguro que le gustará. A don Pedro no le interesan ni las futuras generaciones ni esta generación. Los primeros no votan, a los segundos se les pueden mantener engañados con un Estado que les brinda de todo.