El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abrió lo que él llamó el nuevo curso político en el Instituto Cervantes, durante la mañana del miércoles. Otra larga intervención sin opositores y sin preguntas periodísticas.
Sánchez describe la actual España irrespirable como un "éxito de país" y amenaza: hay gobierno para rato. Ni la menor intención de convocar elecciones, que podría perderlas.
No presentó un nuevo programa simplemente mintió y atacó al "neoliberalismo", es decir, a los defensores de la propiedad privada
Promete que va a aumentar el Estado del Bienestar. La pregunta es: ¿con qué dinero? Todos queremos más servicios públicos, mejores pensiones, mejores carreteras. El problema es que ese dinero no sale de la nada, sale de los impuestos y de la deuda pública. Y que nos suba los impuestos ya no nos gusta tanto.
Más promesas. Todas las regiones recibirán más financiación tras el subidón a Cataluña. La pregunta es la misma: ¿de dónde saldrá el dinero? Porque el dinero para las autonomías también sale de nuestros bolsillos.
Un paso más hacia el extremismo: el presidente introdujo la enseñanza concertada como algo negativo, algo que resta derechos: ¡Toma ya!
No presentó un nuevo programa, simplemente volvió a pedirnos que nos fiemos de su palabra, esto es importante, y atacó al "neoliberalismo", es decir, a los defensores de la propiedad privada.
Un paso más hacia el extremismo: el presidente introdujo la enseñanza concertada como algo negativo, algo que resta derechos: ¡Toma ya!
El nuevo curso político ha comenzado, eso creo que es cierto.