El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha pronunciado un discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, que celebra su 79º Asamblea General, donde no ha perdido la ocasión de lanzar en la ONU sus mantras progres, a los que tan acostumbrados nos tiene en España.
En su 'prédica' ha destacado tres "desafíos críticos que tenemos que abordar: primero, se ha dicho, es el clima; el segundo es la igualdad de género; y el tercero es la defensa de los derechos humanos".
Respecto al primero, el cambio climático, el presidente sea mostrado como uno de sus principales 'sacerdotisos': "En primer lugar, debemos luchar contra la emergencia climática para dejar un planeta más habitable. Es una cuestión de pura justicia intergeneracional. En la Cumbre del Clima de Bakú tenemos una gran oportunidad de adoptar una nueva agenda del clima que sea reforzada, que sea justa, equitativa; de demostrar que cumplimos con la senda marcada y de desarrollar una nueva arquitectura financiera internacional. Esta última, creo que es necesaria para integrar la realidad del cambio climático, para facilitar el acceso a los fondos y eliminar trabas e identificar nuevas fuentes. Una arquitectura financiera para no tener que elegir entre pagar deuda o hacer frente al cambio climático. Mi país se ha comprometido a movilizar 1.350 millones de euros anuales en financiación climática a partir del próximo año, y el año pasado aprobamos una estrategia transversal para cumplirlo”.
En la Cumbre del Futuro, he reivindicado la necesidad de impulsar una reforma del sistema multilateral para que sea más eficaz, inclusivo y justo.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) September 23, 2024
Queremos un futuro de más y mejor cooperación internacional para avanzar en el cumplimiento de la Agenda 2030.
España, como… pic.twitter.com/bwiId0P8nL
Sobre la igualdad de género, Sánchez ha tratado de erigirse como su adalid mundial: "Debemos resistir ante cualquier retroceso en el derecho de las mujeres y de las niñas. Y, como señala el Pacto del Futuro, las mujeres tienen que participar de manera plena, igualitaria y efectiva en los procesos de paz para lograr sociedades más justas y una paz duradera. Y por eso, España propone que, tras Antonio Guterres, elijamos a la primera secretaria general de la Organización y que implementemos la alternancia de género en la Presidencia de la Asamblea General".
Muy bonito esto de Sánchez cuando, a la vez, bajo sus seis años de Gobierno en España se ha potenciado el aborto -de niñas también, claro, pero también de niños y niñas con discapacidad-; se han promovido las rebajas de penas y excarcelaciones para delincuentes sexuales de mujeres; y se han aprobado leyes trans que están perjudicando a mujeres, por ejemplo, en competiciones deportivas o en establecimientos penitenciarios (se permite la entrada en cárceles de mujeres a hombres que se ‘autoperciben’ falsamente como mujeres…).
Por último, en el tercer punto, la defensa de los derechos humanos, el presidente socialista español ha recurrido a los topicazos de siempre (¿quién no defiende los derechos humanos?): "Tenemos que mantener nuestro compromiso con los Derechos Humanos y la dignidad de las personas, sin discriminación de ningún tipo. En tiempos de conflicto hay que asegurar principios fundamentales como el Derecho Internacional o los principios de la Carta de Naciones Unidas. Y hay que seguir reforzándolos y actualizándolos a los retos de nuestra época. El respeto a la dignidad humana no puede ser selectivo ni condicionado por intereses políticos o estratégicos. Necesitamos movilizar la voluntad política y la acción decidida y urgente de la comunidad internacional para lograr un orden multilateral que responda con eficacia a los grandes desafíos de nuestro tiempo y a aquellos a los que se enfrentarán las generaciones venideras. Un multilateralismo del siglo XXI: efectivo, inclusivo, transparente y centrado en las personas".
Este es Pedro Sánchez, el gran 'sacerdotiso' del Nuevo Orden Mundial...