Pedro Sánchez hará cualquier cosa con tal de mantenerse en La Moncloa. Y lo cierto es que las encuestas le siguen siendo adversas, cada día la tendencia es más nítida. Sí, Sánchez es capaz de un fraude electoral con tal de no salir de Moncloa. Pero, por el momento, se conforma con su fraude mediático... aunque no acaba de funcionar. Las encuestas así lo dictaminan.
Lo cierto es que ningún presidente tuvo tan domeñada, no a la prensa, sino a la TV, que es más importante en una sociedad un tanto frívola como la actual y escasamente informada... porque está informativamente saturada. Sólo hay algo peor que la escasez de información: el exceso.
En toda la Transición no hemos sufrido los españoles un personaje con tanta obsesión por el poder. Por eso ha llevado el guerracivilismo al Gobierno y la cristofobia al foro público. En efecto, necesitaremos una regeneración... a iniciar cuando él se marche
RTVE nunca había alcanzado el lavado de cerebro de las dimensiones que hoy exhibe cada día. Tanto Mediaset, como Atresmedia, las dos grandes canales privados, son progresistas, en fondo y forma. Es decir que los sanchistas se encuentran de lo más felices con ambas. Bueno, con los cuatro canales informativos que dependen de Borja Prado y José Creuheras.
Pero, por el momento, el presidente del Gobierno se conforma con arruinar a España con sus subvenciones para el mantenimiento de un voto cautivo.
Otro error del Sanchismo consiste en pensar que la violencia de los inmigrantes se soluciona con subvenciones. Cuando el diablo no tiene nada que hacer...
En toda la Transición no hemos sufrido los españoles un personaje con tanta obsesión por el poder. Por eso ha llevado el guerracivilismo al Gobierno y la cristofobia al foro público. En efecto, necesitaremos una regeneración... a iniciar cuando Pedro Sánchez salga de Moncloa... que va a costar.
Y volviendo a la violencia creciente en las calles de España, también por la impunidad de muchos inmigrantes que odian al país de acogida aunque no dudan en aprovechar de él. El error del Sanchismo consiste en pensar que la violencia creciente de muchos inmigrantes se soluciona con subvenciones. Olvidan que cuando el diablo no tiene nada que hacer con el rabo mata moscas. Ningún racismo. La norma es acoger al inmigrante con los brazos abiertos pero exigirle que respeta al país de acogida. Por ejemplo, su fe, su cultura y a sus mujeres.