El portavoz del Gobierno, doña Isabel Rodríguez, ha vuelto por sus fueros: sin despeinarse, ha asegurado que nuestro Sánchez, don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, lidera la defensa de Europa contra Rusia. Repetimos: Putin tiembla en el Kremlin ante la figura emergente de nuestro héroe solidario: el hombre que acoge a 12.000 ucranianos -y al que molesta terriblemente que el pueblo español quiere acoger a muchos más sin pasar por su filtro público- mientras la xenófoba, homófoba y fascista Polonia acogía a más de un millón en casas particulares, sin montajes burocráticos, como España.
Los hechos son tercos. El Sanchismo ha destrozado a autónomos y transportistas, quienes se le han rebelado y doblado el pulso. Eso sí, un giro copernicano... pero que no se note
Por el contrario, nadie como la titular de Hacienda, 'Marisu' Montero, para decir donde dije digo, digo Diego... y que no se note. Nadie como ella para vendernos, lo hizo el lunes 14, que van a bajar los impuestos a los carburantes fósiles.
Para entendernos, que Sánchez le hace pedorretas a la señora Teresa Ribera, adalid de la lucha sanchista contra la emergencia climática, la religión verde y las tinieblas planetarias: nada menos que abaratar los combustibles fósiles que tanto hieren a nuestro pobre planetita tierra, la deidad a la que doña Teresa adora cada amanecer, cuando sale al sol.
A Sánchez le importa una higa el sanchismo, lo que le importa es Sánchez. Eso sí, derribará el Sanchismo para el bien de "todos y todas". Con un apéndice: es el momento de ir pensando en el sustituto de Podemos
Es el gran fracaso de la religión climática: Sánchez su sacerdote y Ribera, su pitonisa, bajan los impuestos a las gasolinas.
Y es que los hechos son tercos. El Sanchismo ha destrozado a autónomos y transportistas quienes, lógicamente, se le han rebelado y le han doblado el pulso.
Eso sí, que no se note. Sánchez es muy capaz de pensar una cosa y su contraria con una diferencia de unos pocos días.
Mientras, Isabel Díaz Ayuso, el tábano que no cesa, pone en berlina la mentira de Irene Montero sobre su plan feminista de 21.000 millones de euros: que se emplee ese dinero para ayudar a las familias abaratando los combustibles.
Y ha metido en vereda a su nuevo jefe, Alberto Núñez Feijóo, quien se ha lanzado por la misma vía: ha dicho que "el Estado (o sea Sánchez) se está forrando" con los impuestos sobre carburantes. Todo de lo más anti-ecológico pero como ahora, 'gracias' a Putin, le vemos las orejas al lobo, pues todos clamamos por una gasolina más barata.
Ayuso pone en berlina la mentira de Irene Montero sobre su plan feminista de 21.000 millones de euros: no era lo que parecía
Y esto no ha terminado: todavía nos queda por ver la más grave pero más necesaria consecuencia de la guerra de Ucrania: hay que reducir el Estado del Bienestar, hay que reducir al Estado y hay que reducir la deuda. Prepárense para ver a Sánchez derribando el sanchismo. Y no se asombren: a don Pedro le importa una higa el sanchismo, lo que le importa es Sánchez. Eso sí, derribará el Sanchismo para el bien de todos y todas. Con un apéndice: es el momento de ir pensando en el sustituto de Podemos.
Pero también la otra pata de esta mesa sociopodemita (mesa de dos patas, por eso se cae, una mesa necesita al menos de tres-): la Igualdad ha empezado a sufrir desde que esa lenguaraz simpática llamada Ayuso soltó lo de que mejor utilizar los 21.000 millones feministas de Irene Montero en ayudas a las familias para abaratar el carburante. La titular de Igualdad le calificó de demagoga (esto de los que comunistas llamen demagogos a sus adversarios es algo que produce serias sonrisas) y le puso el ejemplo de que con ese dinero se financiaban las bajas maternales.
Dejando a un lado que lo que necesita la mujer española es un salario maternal digno y no que le financien las bajas maternales y paternales, lo cierto es que el enfado de las feministas paniaguadas Montero, Llop, Rosell y cía, revela la gran mentira del formidable Plan de Igualdad de doña Irene: una suma de partidas de gastos que ya estaban ahí, sólo que en otros ministerios, sumadas y acumuladas para poder presentar al país, en la tele del gobierno de la Igualdad, nada menos que 21.000 millones de euros... feministas.
Todavía nos queda por ver la peor consecuencia de la guerra de Ucrania: hay que reducir el Estado del Bienestar, hay que reducir al Estado y hay que reducir la deuda
En breve meterán en el Plan de Igualdad los gastos de defensa, que son también muy feministas.
Lo dicho: el sanchismo es ahora quien defiende la reducción de impuestos, un parón en la transición climática y reducción del Estado del Bienestar (esto es lo que callan por el momento pero será inevitable).
En plata, don Pedro Sánchez liderará el anti-sanchismo. Mientras continúe en La Moncloa, a él no le importa lo más mínimo. ¡Ah!, y también liderará la lucha contra Putin. Sánchez se va a la trinchera en su guerra de Gila.