La intervención de Pedro Sánchez ante sus camaradas diputados y senadores, este miércoles, en el Congreso, estuvo marcado -¡qué raro!- por sus críticas al PP y a Vox que, según él, “perdieron el 23-J”. Efectivamente, parecía que los comicios los había ganado él. “Andan quejosos (los del PP) porque no les hemos felicitado por su resultado electoral. Si hay que hacerlo, les felicitamos por sus resultados y también nos felicitamos por nuestros resultados”, afirmó en un tono irónico y ante el deleite de los suyos.

Sánchez hizo lo que hace siempre: acusar a la oposición de algo que es, precisamente, lo que hace él. En este caso, presionar al Rey para que le nombre candidato a presidente. Atentos: “Esta no es la hora, nunca lo ha sido, de presionar al Jefe del Estado ni de cábalas mágicas. Esta es la hora de la democracia”, afirmó. “Voy a solicitar la confianza del Parlamento”, sentenció.

¿Lo ven? Ahora resulta que si el Rey no le nombra para presentarse a la investidura será porque Felipe VI no es demócrata. Lo que hace Feijóo, el ganador de los comicios, pidiendo al Rey que le nombre candidato, es presionar, mientras que lo suyo es pura democracia.

Relacionado

Por lo demás, Sánchez confirmó que la candidata del PSOE para presidir el Congreso será Francina Armengol, una de nuestras peores ciudadanas, conocida por los casos de prostitución de menores tuteladas durante su mandato. Además, si finalmente es nombrada presidenta del Congreso, será la primera sin preparación jurídica ni experiencia en la Cámara. Vamos, la candidata ideal para nacionalistas y separatistas.

La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE, reunida este miércoles, justo antes de la comparecencia de Sánchez en el Congreso, ratificó, además, la continuidad de Patxi López y Eva Granados como portavoces en el Congreso y el Senado, respectivamente. La novedad, además de Armengol, fue proponer a Guillermo Fernández Vara, que perdió las elecciones en Extremadura, como vicepresidente del Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta. Al parecer, no iba en serio cuando anunció que dejaba la política -noche del 28-M-, y que había solicitado su reingreso como médico forense. No nos engañemos: se vive mucho mejor en el Senado.

Vamos ya con el anuncio más importante de Sánchez, de hecho, el único: impulsará el uso de las lenguas cooficiales en las instituciones europeas. Es lo que ha ofrecido para buscar el apoyo de Junts a su investidura. Puigdemont, de momento, no ha dado pistas y mantiene las espadas en todo lo alto. “Hacen falta hechos comprobables antes de comprometer ningún voto”, afirmó el líder catalán. “Los puntos cardinales de nuestra posición no han variado, por más presiones y carreras de última hora que haya y algún insulto que se les descontrola. Es decir: no tenemos ninguna confianza en los partidos políticos españoles, toda precaución es poca y las promesas ni nos calientan ni nos enfrían”, señaló en un tuit. La cúpula de Junts se reunirá a primera hora de la mañana del jueves para decidir si apoyan a Armengol como presidenta del Congreso.

Lo importante, en cualquier caso, será ver si apoya a Sánchez para que siga en La Moncloa.