Al ministro Félix Bolaños, titular de Presidencia y de Justicia, el superministro, se le conoce en Moncloa como "el Bolas", con aforismo anexo sobre 'las trolas de el Bolas'. Desde que es ministro de Justicia ha añadido lo de "Fofitos" Bolaños.
Pues, 'Fofito Bolaños', también conocido como 'El Bolas', ha sido el primer ministro en hablar de la necesidad de que los jueces se sometan a control parlamentario, algo absolutamente ajeno a cualquier democracia occidental. Se rompe así con uno de los axiomas que hasta el momento parecían inmutables: los jueces no hablan sino a través de las sentencias. Incluso estaba mal visto que fueran entrevistados en la Prensa.
Pues bien, el Bolas considera que sí, que deben ser sometidos a control político y el Parlament catalán ya lo ha intentado con los jueces que tramitan las escuchas telefónicas ilegales a parlamentarios catalanes.
Mientras, el Gobierno ha llevado a los tribunales -y nos enteramos con casi tres meses de retraso- a los espías del CNI español que pasaban datos -no sabemos cuáles- a los servicios secretos norteamericanos, un país presuntamente amigo.
Ya ocurrió cuando Obama espió a sus aliados alemanes y Angela Merkel puso el grito en el Cielo. Obama prometió que no volvería a ocurrir pero por ahora, ni España ha protestado ni los norteamericano han pedido disculpas. Es más, con muy poca educación los portavoces del Gobierno norteamericano no contestan a las preguntas sobre el asunto.
A la España de Sánchez nadie le respeta en el mundo pero los españoles temen a Sánchez.