A quien el titular de esta crónica le parezca exagerado es que no conoce bien a Pedro Sánchez Pérez-Castejón, un hombre que hará lo que sea necesario, cualquier cosa, con tal de permanecer en Moncloa. Entre otras cosas porque marcharse a Europa o a algún organismo multilateral, y a pesar de los servicios prestados al Nuevo Orden Mundial (NOM), no es sencillo: aumenta la resistencia a admitirle en Europa, donde muchos le consideran una termita peligrosa, cuya mejor y casi única dotación es una egolatría inconmensurable.

En cualquier caso, las encuestas, hasta el CIS de Tezanos, dan vencedor al PP de Núñez Feijóo y alguna de ellas, que es que es lo que más teme Sánchez, otorgan mayoría absoluta a la suma de PP y Vox.

La experiencia con Podemos no le ha servido para volver atrás; todo lo contrario: ahora quiere pasar a Podemos por la izquierda

Así, a la vuelta de vacaciones, me encuentro con una Moncloa nerviosa pero dispuesta a todo. Para aclararnos, si no remonta en las encuestas, Sánchez apostará por un nuevo régimen -sí, por liquidar el régimen del 78- a costa de embarcar al país en una nueva Constitución. Su modelo es el Chile de Gabriel Boric que primero ha planteado una nuevo texto constitucional y antes de aprobarlo ya ha conseguido la izquierda radical, neocomunista, llegar al poder. Ahora la nueva Constitución chilena ya no les importa tanto pero ya no pueden arrinconarla.

Sí, una nueva constitución para España: ¿por qué no, republicana? Pero primero hay que ver si remonta en las encuestas, si don Pedro puede mantener el actual gobierno frentista (por cierto, la consigna para septiembre es acusar a la derecha precisamente de eso, de frentista) formado por socialistas, comunistas y separatistas.

Para Sánchez no hay vida tras la Presidencia y la opción mundialista no está tan fácil porque el Nuevo Orden Mundial le utiliza ahora, cuando es presidente de España: si deja de serlo no sabría para qué utilizarlo

¡Ah!, la desgraciada experiencia con Podemos no le ha servido para volver atrás; todo lo contrario: ahora, Sánchez quiere pasar a Podemos por la izquierda.

En resumen, cualquier cosa menos abandonar La Moncloa. Para Sánchez no hay vida tras la Presidencia y la oposición mundialista no está tan fácil porque el Nuevo Orden Mundial (NOM) le utiliza ahora, cuando es presidente de España: si deja de serlo no sabría para qué utilizarle.