Nuevos beneficios para el cabecilla etarra José Antonio Urruricoechea, «Josu Ternera», concedidos por la Justicia francesa. Desde hace días, se le ha retirado el brazalete electrónico con el que se controlaba en París, ciudad en la que residía en un convento, informa La Razón.
Según han informado a La Razón fuentes antiterroristas, se encuentra ya en Anglet, pequeña localidad cercana a la frontera con España, junto a su esposa, Agnes Cerló, y su hija de corta de edad. Al tener juicios pendientes, se le va someter a un cierto control judicial y se tiene que presentar en dependencias policiales tres veces a la semana.
La nueva situación supone una considerable mejora de las condiciones de vida para el presunto inductor del atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza, en la que fueron asesinadas 11 personas, entre ellas cinco niños, acción criminal por la que está reclamado por la Justicia española, que lo ha procesado, añade La Razón.
En cualquier caso, «Ternera» no podrá ser entregado a España hasta que no comparezca en los juicios que tiene pendientes en Francia. El próximo mes de septiembre se celebrará el primero. Se trata de la repetición del que se celebró, con el etarra en rebeldía, en 2010, en el ya fue condenado a siete años por asociación terrorista y se decretó su expulsión definitiva de Francia. Su segundo juicio pendiente también está derivado de una condena en rebeldía a ocho años en relación con su papel destacado en el «aparato político» de ETA entre 2011 y 2013, en un tiempo en que estuvo en Oslo intentando una negociación con el Gobierno español que no llegó a fructificar, explica el mismo medio.