The Economist ha concluido que España ha pasado de ser una "democracia plena" a ser una "democracia defectuosa”. Lo ha hecho en su Índice de Calidad Democrática.
"La relegación de España en 2021 es el principal resultado de una degradación en su puntuación debido a las divisiones políticas sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial, (...) cuyo mandato expiró en 2018, y no ha habido un acuerdo para la elección de nuevos jueces", explica el informe.
"Más ampliamente", continúa, "España sufre un aumento de la fragmentación parlamentaria, una retahíla de escándalos de corrupción y un aumento del nacionalismo catalán, planteando desafíos para la gobernanza”. Las tareas pendientes de España serían el "funcionamiento del gobierno" (7,14), la "participación política" (7,22) y la "cultura política", con un 7,50.
Con la salida de España (7,94) del grupo de las "democracias plenas", el informe ya solo sitúa a 12 países en ese pedestal liderado por Noruega (9,75), Nueva Zelanda (9,37) y Finlandia (9,27).
Cabe recordar que cuando 'The Economist' calificó a España de 'democracia plena, el presidented el Gobierno, Pedro Sánchez, se apresuró a celebrarlo en Twitter:
¿Y de lo último de The Economist? Sánchez no ha dicho ni mu, silencio administrativo. ¿Será que él ha tenido mucho que ver en esta degradación: por ejemplo, al mentir a los españoles en sucesivas ocasiones, al saltarse la Constitución durante la pandemia (como ha puesto de relieve el TC), al dejar mucho que desear en transparencia, al usar artimañas como la de la votación de la reforma laboral en el Congreso, etc., etc?