Por unanimidad, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha rechazado la querella presentada por la Abogacía del Estado, en nombre del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez Pérez-Castejón contra el juez Juan Carlos Peinado, por atreverse a exigirle que prestara declaración, dentro de la causa que el magistrado sigue contra su esposa, Begoña Gómez.

El juez podrá seguir investigando a Begoña Gómez y no prevaricó al tomar declaración a Pedro Sánchez. Por su parte, la Audiencia Provincial de Madrid rechazó la querella de Begoña Gómez. Es decir, que hay caso para rato

Esto es, el juez, que ha tenido que soportar ataques del Ejecutivo y de medios proclives al Ejecutivo, podrá seguir investigando a Begoña Gómez.

El significado más profundo del fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid es que, por el momento, se cierra la vía de la impunidad a la que tendía el presidente del Gobierno

Importante, el magistrado no prevaricó al tomar declaración a Pedro Sánchez. Por su parte, la Audiencia Provincial de Madrid  ya había rechazado la querella del periodista Máximo Pradera. Es decir, que hay caso para rato.

La doble derrota judicial del matrimonio Sánchez-Gómez, coincide con la decisión del Supremo de imputar al fiscal general del Estado, García Ortiz. A Sánchez le está resultando difícil manipular a la justicia aunque aún dispone del Tribunal Constitucional

Por otra parte, el significado más profundo del fallo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid es que, por el momento, se cierra la vía de la impunidad judicial... a la que tendía, inexorable, el presidente del Gobierno.  Y es que, además, el Tribunal se pregunta si Pedro Sánchez no ha actuado con mala fe procesal y le reprocha haber utilizado a la Abogacía del Estado.  En pocas palabras, la bronca ha sido monumental. Pero no se preocupen: Sánchez no se deprime.

La doble derrota judicial del matrimonio Sánchez-Gómez, coincide con la decisión del Supremo de imputar al fiscal general del Estado, García Ortiz. A Sánchez le está resultando difícil manipular a la justicia aunque aún dispone del Tribunal Constitucional.