Los expresidentes del gobierno Felipe González y Mariano Rajoy PP han coincidido en el Foro La Toja: hay que resetear la Constitución de tal manera que PSOE y PP acuerden una serie de principios básicos y dejen fuera de juego a la oposición nacionalista.

Lo curioso es que un día después, viernes cuatro, por la mañana, el actual presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo dice algo muy parecido, bajo la premisa, desde luego interesante, de que el voto nacionalista no llega al 10% del total y que, sin embargo, con Pedro Sánchez es el nacionalismo indepe y el comunismo minoritario los que relmente gobiernan España.

Hasta ahí todo correcto. Ahora bien, ¿un acuerdo entre PSOE y PP arreglaría España? La gobernabilidad sí, el país no. 

El problema de España, con serlo, no es el nacionalismo sino la descristianización. Así, la España roja es peor que la España rota, por más que ésta tienda hacia aquélla.

No nos engañemos: España está gobernada por una socialdemocracia, o socialismo, de izquierdas llamada PSOE que se alterna en el poder con una socialdemocracia, o socialismo, de derechas, llamada PP. Ambos son progresistas y ambos son más o menos cristófobos y cristianófobo. 

¿Una alianza entre PSOE y PP contra comunistas, separatistas y otros orcos de Mordor, contribuiría a la gobernación, sería deseable? Por supuesto. Ahora bien, ¿sería la solución a la actual postración de España? No.