El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha criticado el uso «partidista» de la oposición sobre el informe de la Sindicatura de Greuges -equivalente al Defensor del Pueblo-, basado en sospechas de casos de abusos sexuales a menores en la Comunidad Valenciana. El líder del Ejecutivo autonómico ha defendido la gestión de su vicepresidenta, Mónica Oltra, tras las críticas recibidas por parte de la portavoz del PP en las Cortes Valencianas, María José Catalá. ¡Qué remedio! sin el apoyo de los de Compromís de Oltra, las cuentas no le salen al presidente valenciano, dado que de los 11 consejeros que componen en el ejecutivo de Puig, 5 son socialistas, 3 de Compromís y el resto de Unidas Podemos e Iniciativa, el mismo partido integrado en Compromís al que pertenece Oltra.
Así las cosas, Puig ha calificado los casos de violencia contra niños y adolescentes tutelados como «unos actos absolutamente deleznables» y ha asegurado que desde la Generalitat «se persiguen las agresiones que se producen en un espacio de control educacional». Asimismo, ha considerado que «es muy negativo el uso partidista de estas cuestiones», en referencia a las declaraciones de la diputada popular.
El PP denunció el pasado lunes que un total de 175 menores «bajo la tutela» del Gobierno valenciano han sufrido abusos sexuales en un año, según cuantifica el informe del Síndic de Greuges. La información, suministrada por la propia Generalitat, constata los casos recogidos entre el 20 de junio de 2020 y la misma fecha de 2021. De ellos, 127 se produjeron bajo acogimiento residencial y 48 en régimen de acogimiento familiar, datos que no significan que tuvieran lugar en dichos ámbitos.