En plenas elecciones municipales está en marcha la operación Pujol, una vuelta a lo que fue CDC, y luego CIU, aquella Convergencia -buen nombre- de Jordi Pujol, con quien, con todos sus defectos, con todas sus ensoñaciones, y con el gran error de haber llenado Cataluña de musulmanes -un error que pagará muy caro- para evitar la inmigración sudamericana, por hispana... se podía hablar.

Y por cierto, en estos días de elecciones municipales, la operación cobra una especial relevancia: es urgente expulsar del ayuntamiento a ese desastre llamado Ada Colau, una verdadera tragedia para la recuperación de Cataluña, enquistada en el Ayuntamiento de Barcelona ya por dos convocatorias electorales. 

El nombre clave es el de Xavier Trías, la reencarnación de Pujol, quien podría hacerse con la alcaldía de Barcelona si Laura Borrás deja de dar el peñazo y si ERC se da cuenta de que Maragall es un gran candidato pero que ha llegado al momento de resucitar un partido burgués catalán que, como ellos, como la propia ERC, ya ha renunciado al fantasma separatista por imposible. Sí, ERC ha renunciado al independentismo, que no es lo peor de su historia -lo peor de su historia es su marxismo criminal- pero que era necesario. 

La clave: la independencia catalana debe quedar como ensoñación particular... pero sin exhibición pública

En definitiva, Xavier Trías o Josep Rull. Operación 'resucitar  Convergencia'... o volver a Jordi Pujol, a un nacionalismo moderado. 

Eso sí, la chifladura indepe no puede admitir una rectificación histórica: lo que pretende es abrir una vía paralela, volver a un nacionalismo sin alharacas, hasta que los más radicales se agoten... o se mueran. El cansancio de muchos catalanes sensatos, escarmentados del estúpido 'Procés', ayudará a conseguirlo. El sueño indepe se mantendrá en muchos corazones pero en la convicción racional de que, de conseguirse, resultaría un desastre para Cataluña. Ya saben: quiero un referéndum e independencia para poder votar no la independencia.

Eso sí, olvidan el elemento cristiano del pujolismo. Todo proyecto político que olvida su ideario original está condenado al fracaso

¿La resurrección de la Convergencia de Jordi Pujol significa que Pedro Sánchez ha resuelto el problema catalán? ¡Qué va!, lo que ha hecho es enquistarlo. La solución vendrá de la burguesía catalana, no de ERC ni de la CUP, ni de Sánchez. Y si no... pues no llegará. 

Los dos hombres deben ser Xavier Trías y Josep Rull, abogado que ya ha pasado por prisión, por lo que nadie podrá echarle en cara una renuncia formal a la independencia catalana... pero que en prisión se ha dado cuenta de los absurdos del separatismo.

Esto es: la independencia catalana de España debe quedar como ensoñación particular... pero sin exhibición pública.

Eso sí, olvidan el elemento cristiano del pujolismo. Un proyecto político que renuncia a su ideario original siempre está condenado al fracaso. Con Trías, con Rull o con ambos. ¿Pujol era cristiano' Sï, a lo mejor un mal cristiano, pero cristiano.