Hoy jueves, 11 de noviembre se deciden en el parlamento los miembros del Tribunal Constitucional elegidos por consenso entre PSOE y PP.

Eso sí, el PSOE ya ha dicho que no le gustan algunos nombres propuestos por el PP pero que se sacrifica por España. ¿En qué se sacrifica si tendrá mayoría? Aducen que algunos jueces nominados por el PP no son independientes mientras que los nominados por los socialistas lo son todos y cada uno.

La gran mentira es la neutralidad ideológica de los jueces. Si no tienen ideología tampoco tendrán ideas. La justicia progresista no es otra cosa que alimentar los tópicos del (NOM)

Ahora bien, ¿Y si nos cargamos el Tribunal Constitucional? En Estados Unidos no existe y su función la asume el Tribunal Supremo. Aquí podía ser igual.

En primer lugar, lo que está claro es que al poder judicial no deben elegirlo los políticos, probablemente tampoco los jueces, sino el pueblo. Recuerden que no hablamos de jueces, sino del poder judicial. Elegimos a los diputados y no vamos a elegir a los jueces, ¿por qué razón?

¿Si los jueces sólo aplican la ley caminamos hacia la inmoralidad? ¡Qué va! en materia de moral, preguntad al pueblo. Una cosa es lo que se dice ante un micrófono y otra lo que quieres para tus hijos

¿Justicia independiente porque se nomine mediante un consenso PSOE-PP? No me haga reír.

Además, la gran mentira es la neutralidad ideológica de los jueces. Si no tienen ideología, tampoco tendrán ideas. Por otra parte, la justicia progresista no consiste en otra cosa que en alimentar los tópicos del Nuevo Orden Mundial (NOM): delitos de odio, ideología de género y, a la postre, cristofobia.

Cuidado: peor que la politización de la justicia es la judicialización de la política

Algunos temen que si los jueces sólo aplican la ley, como si fueran máquinas -algo en lo que jamás incurren porque su cerebro casi siempre funciona y su corazón funciona siempre- caminaremos hacia la inmoralidad. ¡Qué va! Chesterton repetía que, "en materia de moral, preguntad al pueblo". Una cosa es lo que se dice ante un micrófono o ante un cámara, donde todos nos trasformamos y nos volvemos idiotas y otra lo que unos padres quieren para sus hijos. Lo primero de todo, que no sean unos sinvergüenzas.

Por último, cuidado: peor que la politización de la justicia es la judicialización de la política... justamente lo que ahora está pasando en España.