En la misma rueda de prensa, la posterior al del Consejo de ministros del pasado martes 14, la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, aseguró por tres veces, por si no se le había entendido, que la legislatura actual durante, "por lo menos, tres años más". Es decir, que se completarían los cuatro años de mandato y que tendremos Sánchez de presidente hasta julio de 2027.
Era una baladronada, dirigida, no al PP, sino a Puigdemont, porque Puchi exige, aunque no tiene todos los boletos para ese premio, ser presidente de Cataluña... o te la monto en Madrid, amigo Peter.
Pero aunque en el Sanchismo blasonen de que el líder tiene bien asegurado el cargo e incluso que Salvador Illa presidirá en Barcelona y Sánchez en Madrid, lo cierto es que que no son pocos los que en Moncloa aseguran que, a día de hoy, 15 de mayo, San Isidro existen unos nubarrones tan gruesos en el horizonte que si después de las elecciones europeas del 9 de junio Sánchez vuelve a cosechar su primer fracaso 'nacional', convocará elecciones. Y ya se fija noviembre como esa fecha idónea.
Las baladronadas sanchistas son inversamente proporcionales a su seguridad en la continuidad del líder: si el 9-J sale mal o no consiguen meter a Puigdemont en vereda... elecciones generales en noviembre
Ahora bien, el pacto de sangre de la diarquía Sánchez-Zapatero consiste en que si don José Luis le sustituye al frente del partido y vaya usted a a saber si en el Gobierno, se cuidará muy mucho de mantener la misma línea y de mimar los intereses de don Pedro.
Sobre todo, que nadie levante las alfombras porque ha sido tal el poder y la impunidad de Pedro Sánchez que el Sanchismo y los sanchistas, más que caer se pueden precipitar al vacío.
Y más, no nos engañemos, con la crispación creada en el país del Frente Popular de don Pedro con su alianza con separatistas y hasta filoetarras.
Sánchez no sólo está preocupado por mantenerse en el cargo, sino también porque nadie levante las alfombras tras su salida. Ha sembrado demasiada crispación y practicado demasiada impunidad como para salir indemne
Por de pronto, vuelve una de las ministras más desastrosas de ZP: Leire Pajín, en el cuarto lugar de la lista del PSOE para el parlamento europeo. Pero esta 'rentrée' sólo es el comienzo.
Eso sí, mientras sepamos en qué acaba el Sanchismo, por favor, no le acerquen ningún micrófono a don ZP: ¡no lo soltará!