La penosa situación de la economía española es tan evidente que no se empaña porque el presidente el Gobierno, Pedro Sánchez, así como la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, se empeñen, no en templar gaitas, sino en mentir con el mayor descaro y asegurar que navega viento en popa. 

Y ahí es donde intervienen los dos hombres más influyentes en Pedro Sánchez, desde el momento en que decidió prescindir de Iván Redondo, el muñidor del pacto PSOE-Podemos que ya ha cumplido media legislatura. Hablamos del ministro de Presidencia, Félix Bolaños y del titular de Exteriores, José Manuel Albares. Ambos le piden lo mismo: que prepare la ruptura con Podemos, que no sólo está de capa caída sino que amenaza guerra civil entre Yolanda Díaz y la vieja estructura que mantiene Irene Montero. Y es que el Gobierno de coalición con los comunistas, en plena crisis económica, resulta sencillamente insoportable.

Eso sí, ahora la ruptura es más difícil que hace dos años, porque Pablo Casado anda crecido por las encuestas. Pero Bolaños y Albares están convencido de que Casado también podría desear la vuelta al bipartidismo, fagocitando a Vox y a Ciudadanos. 

Pero lo peor es la situación económica, que no se sostiene y empeora día a día con la política de subvenciones desplegada por Pedro Sánchez. De hecho, Nadia Calviño presiona al Banco de España para que no confirme la pésima situación de la economía española. 

Entendámonos: este es terreno minado.  

Tras su metedura de pata en el Covid, Sánchez ha optado por la subvención en lugar de por la reindustralización de España: un desastre

Economía está presionando al gobernador Pablo Hernández de Cos, nada menos que en las previsiones sobre PIB, que todos los organismos económicos (Funcas, Economistas, IEE, CEOE, etc) han marcado con una media del 5,6% de crecimiento para 2021, frente al 9% con el que inició el ejercicio Sánchez y luego lo redujo hasta el 6,5. 

El Ejecutivo es consciente de que nadie se cree las previsiones de Calviño, pero está en el baile pos-covid y tiene que bailar... porque sus desastrosas medidas restrictivas paralizaron a un economía española a la que aún le cuesta sangre volver a ponerse en marcha. Haber optado por la subvención en lugar de por la reindustrialización, tampoco ayuda.

Además, presionar a un gobernador para que cambie las cifras no es posible, tampoco deseable. Se le está presionando para que dulcifique la interpretación de esos datos. Para que no vuelva a decir, por ejemplo, lo que soltó en el Congreso: que el Banco de España aún prepara una bajada mayor del PIB español durante 2021, por debajo del ya bajonazo infligido por el consenso de mercado, que se sitúa en el 5,6%. 

Podemos no sólo supone un lastre electoral por extremista sino por majadero. En algunos aspectos, por ejemplo en aspectos morales, Sánchez es tan radical como los podemitas, pero no asusta a las viejecitas

No se trata de que cambie las cifras pero sí de que su Servicio de Estudios, dulcifique sus explicaciones, que es lo importante. Pero hasta eso se le pone cuesta arriba porque lo cierto es que la mentira del Gobierno empieza a desgastarse. Lo cierto es que la economía española no marcha pero, al menos, romper con Podemos serviría para relanzar el voto de centro izquierda para el PSOE, que es el que siempre le ha mantenido en el poder, desde Felipe González. Además, Podemos no sólo supone un lastre electoral por extremista sino por majadero. En algunos aspectos, por ejemplo en aspectos morales, Sánchez es tan radical como los podemitas, pero sigue yendo de corbata y no asusta a las viejecitas.