Tenían que ser los argentinos de Notivida -enhorabuena- quienes se percataran de la carga de profundidad que contiene la última directiva de ese aquelarre en el que se ha convertido la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el siglo XXI y bajo el mandato del venenoso Tedros Adhanom. Además, recuerden que la OMS se ha convertido en guía moral de una humanidad temerosa de morir a manos del virus Covid. Cuando vives con miedo a la muerte eres capaz de aferrarte a un clavo ardiendo, eres capaz de atarte hasta a la OMS.
Lean la nota de Notivida sobre la directiva lanzada por la OMS con motivo del Día Internacional del feminismo, perdón, de la Mujer Trabajadora. No tiene desperdicio, ahora que acabamos de celebrar la Fiesta de la Anunciación, el 'día del niño por nacer' o 'Día de la vida'.
Lo que viene a decir es que la OMS, precisamente el organismo de Naciones Unidas para la salud, se ha convertido en el verdugo del ser humano: pide aborto libre hasta el mismísimo nacimiento, lo que significa que si el aborto ha constituido siempre un infanticidio -porque ahí había un niño-, el siguiente paso será convertirlo en infanticidio en sentido prístino: matar antes de nacer y matar después de nacer. Y el argumento para justificar la nueva barbarie será, déjenme adivinarlo, que el bebé no piensa, no es un ser racional y, por tanto, no es sujeto de derechos.
No sólo eso, la OMS promueve el aborto químico, que es el gran aborto de nuestros días. Afirma Adhanom, con la rotundidad con que invierte su prestigio para todo tipo de salvajadas, en promocionar los abortivos químicos, generalmente orales, que son de lo más seguros. Como las vacunas Covid, por ejemplo, que según la OMS son segurísimas.
Entramos en la etapa final: el Nuevo Orden Mundial ha dado el paso definitivo para el exterminio del no nacido: del aborto libre al derecho al aborto. La OMS es su profeta
No olviden esto: en el siglo XXI cuando les hablen de aborto, no deben pensar en el sangrante aborto quirúrgico sino en el aborto silencioso, el químico, mucho más numeroso e igualmente letal, pero invisible: el del anticonceptivo -se oculta, mediante el mayor proceso de autoengaño masivo que yo recuerde, incluso entre cristianos y providas-, pues todos los antibaby que actualmente se venden cada día en las farmacias son potencialmente abortivos: pueden impedir la concepción pero si no la impiden, matan al niño ya concebido. ¡Absolutamente todos!
Pero hay más, hay un pasaje desde el aborto al infanticidio puro y duro. En Maryland (EEUU), lo contábamos días atrás, van más allá: se podrá dejar morir de sed y hambre al recién nacido sin ser castigado por ello. Sí, han leído bien. ¿Puede darse mayor crueldad? Pues al parecer, sí. Es el camino lógico del aborto.
Y todo esto significa que hemos entrado en la etapa final: el Nuevo Orden Mundial (NOM), que no es conspiración sino consenso -es decir, algo mucho peor-, ha dado el paso definitivo para el exterminio del no nacido: del aborto libre al derecho al aborto… y la OMS es su profeta.
Y otro engaño desvelado: el amigo Tedros Adhanom promueve todo tipo de aborto… porque resulta fundamental para cumplir todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En Hispanidad estamos hartos de discutir con las empresas del Ibex que han firmado los ODS y cuando les recordamos que los redichos ODS promocionan el aborto (en su capítulo 3, para ser exactos) y a quienes están propagando el aborto, se niegan a aceptarlo y se cabrean muchísimo... pero el hecho cierto es que es verdad.
Y otro engaño desvelado: el amigo Tedros Adhanom promueve todo tipo de aborto… porque resulta fundamental para cumplir todos los objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Es decir, una humanidad reducida y solo para los elegidos
Claro que la implantación del aborto obligatorio, nada menos que como un derecho, es absolutamente necesario para los muy filantrópicos ODS del Gran Reseteo mundial: el Nuevo Orden Mundial es una humanidad reducida y solo para los elegidos. Somos demasiados y encima los pobres no hacen más que parir: hay que reducir la población mediante el aborto, a ser posible químico, que se nota menos y no es reconocido como tal aborto. A lo mucho, como anticoncepción. Recuerden: el aborto químico es invisible y cuando se emplea la llamada fecundación in vitro (FIV), no solo se esconden los seres humanos embrionarios que se eliminan sino que encima se anuncia como dar vida, cuando lo que ofrecen es muerte.
Los provida no deberíamos manifestarnos contra el aborto sino contra las farmacias, que son las que ahora, en su inmensa mayoría, dispensan la muerte del débil en forma de pastillas recomendadas por… Tedros Adhanom, nuestro héroe.
Del aborto al infanticidio. Un paso más en el proceso de barbarie y de salvajismo del mundo contemporáneo. Y ya empieza a asomar el satanismo que, miren ustedes por donde, siempre ha sentido obsesión por ese sacrificio de niños. Eso de aniquilar la inocencia siempre le ha molado mucho al Maligno. Ahora estamos en el paso del aborto al infanticidio.