Como ya denunció Hispanidad, la crisis de criminalidad que asola Estados Unidos tuvo como protagonistas al movimiento marxista Black Lives Matter (BLM) y al grupo anarquista Antifa, que llenaron de terror las calles de EEUU y que, durante las pasadas elecciones presidenciales, ejercieron de guerrilla callejera contra el entonces presidente Donald Trump, aupados bajo el manto del candidato presidencial del Partido Demócrata, Joe Biden, y de su formación política, así como de la progresía mediática.
Ya con Biden en la Casa Blanca, la situación se ha agravado y la sensación de inseguridad en la primera potencia mundial ha generado un efecto impactante: la posesión de armas entre los estadounidenses ha alcanzado un nivel récord.
Así lo acredita una encuesta de NBC News y el Wall Street Journal, que se publica anualmente desde 1999, y que refleja que este año más de la mitad de los votantes estadounidenses, un 52%, declaran que ellos o alguien en su hogar posee un arma. Se trata del porcentaje más alto de la historia desde que se elabora el sondeo.
El aumento ha sido especialmente significativo en la última década, y particularmente en los últimos años, dado que la posesión de armas ha aumentado un 6% desde 2019, y un 10% desde el año 2013.
Los expertos consideran que la inseguridad en el país, especialmente en las grandes ciudades gobernadas por los demócratas, es el motivo que está detrás de este incremento. “Teniendo en cuenta la historia reciente con la adopción de medidas para reducir el número de las fuerzas del orden y los múltiples crímenes violentos que aparecen en los titulares de las noticias nocturnas y de los periódicos matutinos, no es de extrañar que los estadounidenses estén recurriendo a la segunda enmienda para garantizar la seguridad personal y familiar”, considera Alan M. Gottlieb, presidente de la fundación para la defensa de la segunda enmienda.
En todo caso, es una realidad que los americanos son cada día más partidarios de la autodefensa. Desde 1999, se han flexibilizado numerosas leyes estatales para permitir que los civiles porten legalmente armas de fuego y crucen fronteras estatales con ellas. Además, el Tribunal Supremo ha eliminado algunas regulaciones estrictas sobre posesión de armas que estaban vigentes desde hace décadas en Estados demócratas.
Y ojo, no solo ha aumentado la posesión de armas entre los votantes republicanos, también lo ha hecho entre los demócratas e independientes.
Así, mientras que en el año 2004, hace casi dos décadas, el 57% de los votantes republicanos, el 41% de los independientes y el 33% de los demócratas manifestaron que ellos o alguien en su hogar poseía un arma de fuego, ahora en 2023, es el 66% de los votantes republicanos, el 45% de los independientes y el 41% de los demócratas quienes emiten la misma respuesta.