En Argentina, el Gobierno de Javier Milei ha anunciado que no va a subvencionar con dinero público la marcha del orgullo LGBTIQ+, prevista para el próximo 2 de noviembre.

Lo que cabe traducir como que marchen si quieren, pero que se lo paguen de su bolsillo.

La decisión del presidente argentino va en consonancia con sus políticas de recorte de gastos de fondos públicos superfluos e innecesarios.

Y también responde a sus políticas contra la ideología de género, como cuando decidió proteger a los niños argentinos de esa perversa ideología: “Nuestro propósito es que todos los niños crezcan en un ambiente sano y seguro, lejos de quienes promueven la ideología de género, atentando contra su integridad". 

Otra medida similar de Milei fue cuando su Ejecutivo anunció que prohibiría el uso del lenguaje 'inclusivo' en las Fuerzas Armadas y cuando después lo amplió a "toda la administración pública nacional": «Se van a realizar las actuaciones para prohibir el lenguaje inclusivo y toda la perspectiva de género en toda la Administración pública nacional». 

Asimismo, durante su reciente discurso en la 79ª asamblea general de Naciones Unidas, el presidente argentino fue muy crítico con la 'agenda Woke': “Estamos ante un fin de ciclo. El colectivismo y el postureo moral de la agenda Woke, se han chocado con la realidad, y ya no tienen soluciones creíbles para ofrecer a los problemas reales del mundo”. "Siempre ocurre lo mismo con las ideas que vienen de la izquierda. Diseñan un modelo acorde a lo que el ser humano debería ser, según ellos, y cuando los individuos libremente actúan de otra forma, no tienen mejor solución que restringir, reprimir, y coartar su libertad".