Hispanidad ha venido contando los ataques militares de Azerbaiyán (país musulmán) a Armenia (país cristiano) en la República de Artsaj  (también llamada Nagorno-Karabaj), a la que,tras someterla a una “limpieza étnica” y bloquearla para que no recibiesen alimentos, la han hecho desaparecer como territorio cristiano autónomo, adueñándose de él, con el apoyo de Turquía, en septiembre de 2023. 

En concreto, los cristianos armenios que habitaban en la región autónoma de Nagorno-Karabaj se vieron obligados a huir de su tierra ante el temor a un genocidio -unos 120.000, que han huido a Armenia-, tras haber sido machacados por los musulmanes de Azerbaiyán, estos últimos apoyados y armados por el presidente islamista turco Recep Tayyip Erdogan y bajo el beneplácito del presidente ruso Vladimir Putin…

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En ese contexto, recientes informaciones apuntan a que se están produciendo negociaciones entre Armenia y Azerbaiyán con el objetivo de alcanzar un acuerdo de paz. 

Pero, mientras tanto, los musulmanes de Azerbaiyán prosiguen con su campaña de eliminar cualquier signo de cristianismo en los territorios que van ocupando a Armenia (primer país cristiano, en el año 301 d.C). 

De hecho, algunos recientes informes cifran en unas 400 los templos cristianos armenios atacados, así como otros símbolos cristianos, con la excusa de someterlos a una "restauración".

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Y eso, pese a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó a Azerbaiyán, en noviembre del año pasado, «tomar todas las medidas necesarias para prevenir y castigar los actos de vandalismo y profanación que afecten al patrimonio cultural armenio, incluidas, entre otras, iglesias y otros lugares de culto, monumentos, puntos de referencia, cementerios y artefactos». 

Al parecer, esa es la manera de buscar la paz de Azerbaiyán…  

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