Cuando el Tribunal Supremo de EE.UU. puso fin a la protección legal del aborto, en Hispanidad aseguramos que la batalla por la vida daba comienzo. Los demócratas con Biden a la cabeza han convertido el 'derecho' al aborto en su bandera y pretenden burlar la sentencia del Tribunal Supremo por las vías legislativa, judicial… y violenta.
Si hace unos días era Florida el estado que prohibía el aborto a partir de la sexta semana, ahora es el turno de Arizona, y el camino para conseguirlo ha sido parecido.
En Arizona gobiernan los demócratas, pero tras la caía de Roe vs. Wade, los republicanos pidieron que la ley contraria al aborto de 1864 entrara en vigor, algo a lo que se negaron. En su día una jueza dio la razón a los republicanos, pero el fallo fue recurrido. Ahora, el Tribunal Supremo de Arizona ha vuelto a fallar a favor, por 4 votos contra 2 y se ha reactivado la ley por la que queda prohibido el aborto con una sola excepción: si la vida de la madre corre peligro.
El presidente, Joe Biden, ha tildado en un comunicado la sentencia de Arizona de "resultado de la agenda extrema de los funcionarios electos republicanos que están comprometidos con arrancar la libertad de las mujeres".
"Millones de arizonenses vivirán pronto bajo una prohibición del aborto aún más extrema y peligrosa, que no protege a las mujeres ni siquiera cuando su salud está en peligro o en casos trágicos de violación o incesto", ha afirmado.