Cuando el Tribunal Supremo de EE.UU. puso fin a la protección legal del aborto, en Hispanidad aseguramos que la batalla por la vida daba comienzo. Los demócratas con Biden a la cabeza han convertido el 'derecho' al aborto en su bandera y pretenden burlar la sentencia del Tribunal Supremo por las vías legislativa, judicial… y violenta. Dieron un paso más y la Agencia de Medicamentos de EE.UU. aprobó el teleaborto, permitiendo que las pastillas abortivas se pudieran vender en las farmacias.

Pero los Estados gobernados por republicanos han sabido ver la batalla, con prohibiciones casi totales en numerosos Estados, aprobando leyes que no permiten el aborto cuando se detecta el latido del corazón del niño, que suele ser en torno a la sexta semana de embarazo.Texas, Georgia, Oklahoma, Idaho o Florida son algunos de ellos. En la actualidad, 18 estados prohíben todos o la mayoría de los abortos.

El último en unirse ha sido Iowa, que aprobó una ley que prohibía todos los abortos a partir de las seis semanas de embarazo, con el objetivo de prohibir los abortos una vez que se detecta el latido fetal. Ante esta norma, organizaciones como Planned Parenthood interpusieron una demanda para bloquear la ley y obtuvieron una medida cautelar de un tribunal inferior, por lo que el aborto seguía siendo temporalmente legal hasta las 22 semanas.

Ahora los jueces de la Corte Suprema del estado de Iowa han dictaminado 4-3 que la ley es constitucional y han revocado la medida cautelar. La Gobernadora republicana del Estado, Kim Reynolds, ha expresado su alegría por la decisión en un comunicado, afirmando que “no hay derecho más sagrado que la vida”. Además, anunció más medidas en su administración que “seguirán desarrollando políticas que fomenten familias fuertes". 

La cuestión no es baladí, puesto que el aborto se posiciona como una de las claves en las elecciones de otoño, y ya saben de la obsesión abortera de Biden, que usa este crimen como baza de campaña. 

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